Estados Unidos ''usará todo su poder'' para lograr la paz en Oriente Medio

El presidente estadounidense, George W. Bush, anunció este miércoles que Estados Unidos tendrá un papel activo en las negociaciones de paz para Oriente Medio y pidió el apoyo de la comunidad internacional para que el diálogo llegue a buen puerto. Por su parte, el jefe de la oposición conservadora israelí, Benjamín Netanyahu, causó un temblor político en Israel al llamar, tras la conferencia de Annapolis, a la ruptura de la coalición gubernamental que sostiene al primer ministro, Ehud Olmert.

Estados Unidos “usará su poder” para que las partes enfrentadas adopten las “decisiones necesarias”, añadió el presidente norteamericano tras reunirse en la Casa Blanca con Ehud Olmert y el presidente de la autoridad palestina, Mahmud Abás. A lo largo de la jornada matutina de este miércoles, el presidente se reunió por separado con ambos líderes antes de, previsiblemente, mantener un encuentro tripartito en la residencia presidencial.

Los encuentros marcan el comienzo oficial de la reanudación de las negociaciones entre ambas partes enfrentadas, tras siete años de estancamiento, acordado el martes en la Conferencia de Paz celebrada en la localidad estadounidense de Annapolis (Maryland).

“Mis amigos”

En declaraciones realizadas desde la Rosaleda de la Casa Blanca, acompañado por Olmert y Abás, el presidente les subrayó que era un honor “llamarles mis amigos”.

“Les he asegurado a ambos que Estados Unidos estará activamente implicada en el proceso”, manifestó el presidente. “Usaremos nuestro poder para ayudarles a poder adoptar las decisiones necesarias para diseñar un Estado palestino que viva pacíficamente al lado de Israel”, añadió Bush.

Por último, indicó que el acuerdo suscrito en Annapolis “es un comienzo esperanzador”.

“¿Peligros para llegar a la paz?”

Por otro lado, el jefe de la oposición conservadora israelí, Benjamín Netanyahu, causó un temblor político este miércoles al llamar, tras la conferencia de Annapolis, a la ruptura de la coalición gubernamental que sostiene al primer ministro, Ehud Olmert.

En declaraciones a la radio pública, el líder del Likud hizo un llamamiento en ese sentido a las también formaciones conservadoras Israel Beiteinu y Shas, que aseguran una cómoda mayoría parlamentaria a Olmert, del partido de centro Kadima. “¿Peligros para llegar a la paz?”, preguntó Netanyahu a través de los micrófonos de la emisora, antes de precisar que “pensaba que la función de la paz es reducir los riesgos, fortalecer la seguridad, y no limitarla; así no se hace la paz, así no se negocia”.

El jefe de la oposición se refirió en esos términos a la declaración de Olmert en la conferencia de Annapolis (EEUU) de que está dispuesto a negociar “todos los problemas que nunca se abordaron antes” para la creación de un Estado palestino en paz junto a Israel, proceso que el primer ministro reconoció que estará “lleno de peligros”. Olmert “prometió enormes concesiones sin recibir nada a cambio (del presidente palestino, Mahmud Abás) antes aún de comenzar a negociar...así no se consigue la paz”, apostilló Netanyahu.

Horas después de que Netanyahu les emplazara a abandonar la coalición de gobierno, ni el líder de Israel Beiteinu, Avigdor Lieberman, ni el de Shas, Eli Ishai, habían reaccionado al mediodía al llamamiento del dirigente del Likud. Ambos ministros de Estado en el ejecutivo de Olmert, Lieberman e Isahi habían amenazado con abandonar el gobierno si Olmert se comprometía a hacer concesiones a los palestinos en Annapolis.

Los dos partidos que lideran representan a los colonos de los asentamientos judíos de Cisjordania ocupada, muchos de los cuales pueden verse obligados a evacuarlos si se concreta un acuerdo de paz para instaurar en ese territorio un estado palestino. Si se desmembrara su coalición, Olmert, aliado también con el Partido Laborista, tendrá que recurrir al apoyo de los 10 diputados de la minoría árabe en el Parlamento para impulsar su plan de paz.

Las criticas de Netanyahu se suman a las que en tono aún más virulento formuló un legislador ultranacionalista israelí, Arié Eldad, del frente de la Unidad Nacional, quien afirmó que “Olmert ha metido a Israel en una peligrosa trampa”. A su juicio, “Olmert se metió en un canal del que no podrá salir sin pagar un precio pero él no pagará nada; nosotros pagaremos su aventura con mucha sangre”.

Críticas iraníes

De otra parte, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, reiteró este miércoles sus críticas a la conferencia de paz de Annapolis (EEUU), y la calificó de “fracaso”, mientras consideró que Israel “está condenado a la desaparición”.

“La entidad sionista (Israel) no puede seguir sobreviviendo (..) lleva en su naturaleza su desaparición, pues se basa en la agresión, la mentira y los crímenes”, dijo Ahmadineyad en Teherán tras una reunión del Consejo de Ministros, según la televisión estatal. Asimismo, consideró la conferencia de Annapolis, a la que asistieron los países árabes, incluidos Siria, el único aliado árabe de Irán, “no es más que una propaganda política condenada al fracaso”.

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