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Canarias sufrió este fin de semana la segunda intrusión de calima más intensa desde que hay registros

La llegada de calima en Canarias este fin de semana

Canarias Ahora

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La intrusión de calima en Canarias en las últimas jornadas ya se asemeja a la reportada en febrero de 2020, cuando se batió todos los récords. Según explica la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet Izaña), se trataría de la “segunda entrada de polvo sahariano más intensa en el registro histórico” y en la que se volvió a teñir el cielo de naranja con pulsos de pequeñas partículas PM10 de 1.000 microgramos por metro cúbico, registradas en las estaciones de Gran Canaria y Tenerife. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo recomendable es no superar los 50 y 25 de media en 24 horas.

Cabe recordar que el polvo desértico del Sáhara inundó Canarias en 25 de los 29 días de febrero de 2020, siendo el episodio del 22 al 26 de febrero el más extremo desde que se tienen datos. La calima cerró aeropuertos, aceleró el uso de las mascarillas antes de la pandemia, tiñó el cielo de naranja y encerró a los canarios en sus casas. Justo un año después de aquel hecho, en 2021, un estudio publicado por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y la Organización Mundial de Meteorología (WMO, en sus siglas en inglés), concluyeron que este fenómeno tenía “algo nuevo” y reforzaba la máxima de que se está produciendo un cambio en el Atlántico Oriental, aunque aún es pronto para afirmar que el cambio climático esté detrás de ello.

El estudio, coordinado por el doctor en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña (CIAI), Emilio Cuevas Agulló, presenta tres características interesantes. Por un lado, desglosa el impacto del mayor evento de calima jamás registrado en Canarias. “Pudo haber uno hace más de 100 años, pero eso no lo sabemos”, agrega Cuevas. Se trata de un trabajo multidisciplinar que aborda múltiples campos de observación y analiza el efecto económico, sanitario y ecológico, entre otros, del suceso, así como sus rasgos inéditos.

Canarias y la calima tienen una relación que se remonta a muchos años atrás. Pero según el estudio, no ha habido un frente de polvo desértico de tal magnitud como el de febrero de 2020. Cuevas detalla que se produjo una bajada de presión atmosférica muy profunda que se descolgó de latitudes medias, se situó cerca del Archipiélago y tocó el Sáhara Occidental. Esto produjo unos vientos de 100 km/h y levantó polvo a unos 5.000 metros de altura que arrastró todo a su paso. Insectos, invertebrados e incluso pájaros, como recuerda Cuevas, tuvieron que seguir la corriente porque no podían escapar. “El pobre pájaro [que allí se encontraba] lo único que hizo fue sobrevivir”. La intensidad y la altura que alcanzaron las partículas de polvo fueron diferenciales. “Es la primera vez que vemos una cosa así”.

La calima llegó a Canarias en 2020 acompañada de fuerte viento y poca visibilidad, también ha ocurrido ahora, en 2022, lo que provocó el cierre simultáneo de los ocho aeropuertos regionales (primera vez que ocurre en la historia) entonces, esta vez solo se reportaron cancelaciones de varios vuelos. En 2020 también se produjo la suspensión del Carnaval, salvo en Santa Cruz de Tenerife, algo que, según un estudio, pudo haber expandido el virus en la isla del Teide en la primera ola de la epidemia.

A Cuevas le llamó la atención pasear por Tenerife en aquel momento y ver a gente con mascarilla. Y no precisamente por la COVID-19. “La gente era muy consciente y no estaba por la calle. La sociedad canaria entiende que es un fenómeno peligroso y la calima no causó tanto daño como podíamos pensar”. En las últimas décadas cada vez es más evidente el impacto negativo de las partículas finas (PM2.5) y ultrafinas (PM1) en la salud. Aquellas inferiores a 10 micras (PM10) de origen natural (polvo del desierto, material de corteza, sal marina, polen, cenizas volantes…), motivaron la peor calidad de aire registrada en la historia del Archipiélago. “Fue absolutamente extraordinario. Las concentraciones de PM10 y PM2.5 excedieron los 3.000 y 1.000 microgramos por metro cúbico, respectivamente”.

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