Más de 2.000 firmas para denunciar “el atentado medioambiental de El Riachuelo” y mostrar el rechazo a una planta de asfalto
Este miércoles la Plataforma Riachuelo La Graja hizo entrega de más de 2.000 firmas para “denunciar el atentado medioambiental que se está produciendo en El Riachuelo y mostrar su rechazo a la instalación de una planta de asfalto en la zona”, informa el colectivo en nota de prensa.
En el escrito que acompaña las firmas se solicita “la paralización del proyecto de instalación de la planta de asfalto en El Riachuelo, por motivos de salud (cercanía a núcleos y viviendas) y de daño al medioambiente”.
“Instalar una planta de asfalto tan cerca de viviendas, en la antesala del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y a 104 metros de espacios protegidos de la Red Natura 2000, es tan ridículo que parece una cortina de humo para tapar todas las actividades perjudiciales para la salud y el medioambiente que se realizan a día de hoy en El Riachuelo. Hay otras zonas en la isla en las que se puede analizar la ubicación de una planta de asfalto y el resto de instalaciones”, declaran desde La Plataforma.
“Y es que, desde hace décadas se están realizando actividades como el tratamiento y extracción de áridos, una planta de hormigón y una planta de gestión de residuos de la construcción que tienen graves afecciones para la salud. A pesar de que los responsables políticos dicen que llevan trabajando desde 2015 para buscar una solución, la situación ha empeorado, los residuos no se tratan, se tiran directamente en la cantera y se tapan con tierra. Algunos de estos residuos contienen amianto y otras sustancias que corren el riesgo de filtrarse al acuífero de la zona. La cantera está sobreexplotada, genera contaminación acústica y mucho polvo con partículas en suspensión dañinas para la salud y los cultivos”, asegura.
Por eso, las personas firmantes solicitan “no ampliar ni aprobar una nueva autorización minera de la cantera, clausurar las instalaciones que no cumplan con la legalidad y obligar a la recuperación ambiental y sanitaria del espacio afectado por la actividad a la empresa promotora”. Además, exigen que se “cumpla con los condicionantes impuestos en la Declaración de Impacto Ambiental y en el plan de restauración y que el Ayuntamiento de El Paso termine con el contrato de arrendamiento de los terrenos municipales cedidos a la empresa que explota la zona. No queremos repetir otro caso como el de Güímar, que cuando se terminó la vida útil de la cantera el espacio quedó sin restaurar”, dice.
La Plataforma considera que “todas las empresas deben ser tratadas en condiciones de igualdad ante la ley, sean quienes sean, sin camaraderías entre políticos y empresarios. La clase política debe dejar de hablar en círculos cerrados con la empresa promotora e informar por cauces formales a la ciudadanía”. En ese sentido, subrayan que “estamos en una emergencia climática. Una empresa no puede contaminar o deteriorar un espacio como El Riachuelo e irse de rositas, tiene que pagar lo que le corresponda”. Y concluyen: “La gente está cumpliendo con su deber ciudadano de defender los valores naturales y culturales de este espacio. Ahora falta que los que gobiernan cumplan con el suyo”.
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