La trama 'Gürtel' también traficaba con mercancías ilegales
Algunos de los miembros de la trama de corrupción investigada en la operación Gürtel no sólo se dedicaban a operaciones urbanísticas fraudulentas y negociaciones irregulares con las administraciones públicas, sino que incluso traficaban con mercancías ilegales desde Dubai y Senegal, con la ayuda de empresarios y diplomáticos que facilitaban su entrada a Europa, según se desprende de las conversaciones intervenidas recogidas en el sumario.
Así, Antoine Sánchez, no sólo colaboraba voluntariamente con su primo Francisco Correa para servirle de tapadera legal en su entramado empresarial, sino que mantenía una actividad paralela en Senegal, país en el que era residente. Una de las conversaciones telefónicas que mantiene con su socio Gueye Tapha, estando éste en Dubai, es reveladora. En ella, Tapha le dice que ha podido ver lo que denominan “la mercancía”, que califican de “demasiado” buena y de la que tienen “3 cajas, de 3 y medio”.
Otra conversación de Antoine, que por lo que recoge el sumario también viaja habitualmente a Colombia, conocida por sus esmeraldas, desvela que también se dedica a la venta de “piedras de joyerías”, de modo que el “material” del que hablan podrían ser gemas. En ella encarga a otra persona averiguar el precio en el mercado de Amberes, sede del Centro Mundial del Diamante, y concluye que puede costar “36.000 euros”. El portador de las mismas cree que unas pueden costar 36.000 euros y otras 10.000, pero que queda pendiente de confirmación.
Desde Dubai, Tapha explica que las cajas tienen un cartel que indica “UNESCO”. “Es verdad, eso es muy bueno, joder... !si pudiéramos conseguirlos!”, responde Antoine. “Lo único que tenemos que hacer ahora es rezar a ver si hay suerte, y viendo que el tío es el que me ha hecho venir, el que me ha metido en un hotel, o sea que ahora mismo, él me da pan y techo, pues todo eso no lo va a hacer de forma gratuita”, añade Tapha, que se encuentra precisamente con el individuo con el que negocia, un tal Hassan. “Claro, que se trata de algo muy importante”, remacha Antoine.
De Dakar a París, a través de un banquero
Tapha explica entonces la operativa: “Si conseguimos introducirlo en Dakar, seguro pillaremos alguna posibilidad de mandarlo a París con el banquero que vendrá especialmente en su propio avión”, un tema que vuelve a confirmar un poco más tarde: “Si conseguimos meter todo eso en África, un tío se desplazará en un avión privado para venir a buscarle”.
Sin embargo, también baraja otra posibilidad, que es la de introducir la mercancía en un container vía marítima con el material de otros vendedores, se supone que legales, para lo cual cuenta con contactos diplomáticos. En ese caso, deben contactar con un tal “Jaco”, para que “mande a su diplomático”. “Además, una vez me explicó que Senegal es una excelente plataforma para ellos porque Senegal tiene convenios con Gabón y otros muchos países”, señala.
“Mi amigo me ha dicho que va a intentar consultar a los comerciantes. Como sabrás, hay muchos comerciantes que no paran de mandar containers. Tiene unos cuantos amigos que están curtidos en todos estos temas, así que sabrán perfectamente cómo hacerlo llegar a Dakar. Eso es por lo menos lo que a mi me dijo”, explica Tapha.
El socio de Antonio incluso estudia la posibilidad de trasladar una parte del material llevándolo sobre si mismo, pero parece que es disuadido por los controles que existen en el aeropuerto de Dubai. Por la mañana, le explica a Antoine que “tenía previsto” llevarse “algo encima”, a lo que su amigo le dice cómo hacerlo: “Para ello no hay ningún problema, lo que tienes que hacer es comprarte un camuflaje que llevarás encima y luego te pones la ropa encima”.
Sin embargo, cuando hablan por la tarde, Tapha ya ha consultado y se retracta. “Al preguntarle si yo podía llevarme algo encima, me dijo que ni pensarlo ya que el aeropuerto de Dubai está super bien equipado, hay todo tipo de escáner. Así que eso no puede colar”, concluye.