Los ciudadanos salen a calle contra el 'mamotreto' de Las Teresitas
Colectivos vecinales de Santa Cruz de Tenerife llamaron este miércoles a manifestarse el 20 de junio para exigir el derribo inmediato del aparcamiento de San Andrés, el llamado mamotreto, que consideran “un monstruo” ideado para privatizar la playa de Las Teresitas y ganar dinero a costa de los santacruceros.
La protesta ha sido convocada por la Asociación de Amigos de la Playa de Las Teresitas, Anaga y su litoral y colectivos vecinales de Anaga, con el apoyo de Asamblea por Tenerife Ya está bien, que rechazan la intervención “de los especuladores y la corrupción” en esta zona y pide “que no se permita que gobiernen de espaldas al pueblo”.
Lola Schneider, representante de las organizaciones convocantes, dijo en rueda de prensa que los vecinos de este área del litoral de Anaga están “preocupadísimos” por lo que está ocurriendo en la playa de Las Teresitas, y expresó su temor de que el Gobierno de Canarias está decidido a autorizar este edificio, que a su juicio es “ilegal”.
Según recuerdan los vecinos, el mamotreto se construyó sin ningún tipo de autorización en una zona de dominio público que corresponde al antiguo campo de fútbol, dentro del deslinde establecido por la Dirección General de Costas.
Las obras están paralizadas porque el deslinde ha sido recurrido ante los tribunales, pero los colectivos de la zona exigen que se derribe de forma inmediata “porque no queremos este monstruo allí”, dijo Schneider.
El edificio tiene 11,50 metros de altura y ocupa unos 12.000 metros cuadrados de superficie, de los que 1.400 estarán destinados a uso comercial y el resto a aparcamientos.
Esta instalación irá conectada a una carretera con una rotonda para encauzar el tráfico hacia los Valles e Igueste de San Andrés, lo que a juicio de Schneider supondrá destrozar un paisaje único.
“Atentado ecológico” de “intolerable impacto”
Julián Ayala, de Asamblea por Tenerife, señaló que, aunque el Gobierno de Canarias conceda la autorización a la obra, lo que comparó a la descatalogación del sebadal en Granadilla de Abona, este edificio seguiría siendo “un atentado ecológico” aunque tuviera “todas las bendiciones legales” porque está “devorando el territorio”.
Beneharo Hernández y Leticia Armas, representantes de los vecinos de esta zona, leyeron conjuntamente un comunicado en el que denunciaron “el intolerable impacto” del edificio a la entrada de la playa, que supone “una muralla entre el pueblo y Las Teresitas” que antes no existía.
Advirtieron de que apenas se ha ejecutado la mitad de la obra y a ello se sumará el hotel que se pretende edificar sobre la batería militar.
Lola Schneider precisó que el hotel estará conectado con el aparcamiento, tendrá doce plantas con 40 metros de altura y 180 de longitud, y tendrá una superficie de 60.000 metros cuadrados construidos.
Según el proyecto del arquitecto Dominique Perrault, el hotel estará recubierto de mallas militares por lo que según la portavoz, “esto parecerá Guantánamo. Es una barbaridad: ¿quién quiere a ir una habitación recubierta de mallas?”.
Asimismo los vecinos advierten de que la zona ocupada por el mamotreto se inundaba antes con las mareas largas y el tiempo sur, y señalan que allí no quieren ni un aparcamiento ni un centro comercial con restaurantes y bares “que van a arruinar los establecimientos del pueblo con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo”.
“Rechazamos una construcción que, una vez finalizada, dejará al pueblo enterrado entre la montaña y el hormigón”, aseveran.
También reiteran que exigen aparcamientos públicos “como hasta ahora”, con una playa limpia con baños y duchas “decentes” y quioscos “dignos”, y no “de diseño y caros” como los previstos por Perrault.
“Una simple reforma y acondicionamiento de la playa le sale mucho más económica al contribuyente que el proyecto previsto, con el mamotreto incluido”, afirman los vecinos.