La comunidad científica exige que el Instituto Vulcanológico de Canarias sea “ya” una realidad
La solicitud surge cinco años después de que el Senado y el Parlamento de Canarias aprobaran por unanimidad crear “de forma urgente e inaplazable” el Instituto
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 6 (EUROPA PRESS)
La comunidad científica ha presentado un manifiesto en el que exige a las administraciones estatal y autonómica que el Instituto Vulcanológico de Canarias “sea una realidad ya”, texto que ha sido suscrito por 46 profesionales españoles procedentes de 28 instituciones y organizaciones científicas y profesionales.
Este documento fue presentado esta mañana ante los medios en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Laguna, donde intervinieron el director de la División de Medio Ambiente del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables de Tenerife (ITER), Nemesio Pérez, y el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Luis González de Vallejo.
La solicitud de la comunidad científica surge cinco años después de que el Senado y el Parlamento de Canarias aprobaran por unanimidad crear “de forma urgente e inaplazable” el Instituto Vulcanológico de Canarias como un ente autónomo participado por el Gobierno de España y la Comunidad Autónoma, con el apoyo de los cabildos insulares.
Sin embargo, la ausencia de iniciativas por parte de las administraciones estatal y autonómica condujo al Cabildo de Tenerife a anunciar públicamente la creación y puesta en marcha del Instituto, coincidiendo con la inauguración del Congreso Internacional 'Cities on Volcanoes 6 - Tenerife 2010', que reunió el pasado año en la isla a más de 856 participantes procedentes de 52 países. Ahora bien, a día de hoy ni la administración estatal ni la autonómica se han sumado “seriamente” a la puesta en marcha del Instituto Vulcanológico de Canarias.
En consecuencia, la comunidad científica que suscribe el manifiesto ha censurado “la injustificable falta de apoyo y dejadez” de las administraciones estatal y autonómica para comprometerse con la puesta en marcha de este proyecto, situación que constituye “un claro obstáculo” para que el Instituto “pueda desarrollar sus funciones, las cuales son de máxima importancia para la sociedad canaria puesto que están directamente relacionadas con la seguridad de sus habitantes y con las consecuencias socioeconómicas de los riesgos volcánicos”.
De igual forma, en el manifiesto se ha criticado que, pese a la proximidad de las elecciones, ningún grupo político se haya pronunciado todavía sobre “esta dejadez manifiesta de las administraciones estatal y autonómica respecto a este proyecto”, por lo que los firmantes del documento han insistido una vez más sobre “la urgencia” de que el Instituto “pueda dar el servicio que la sociedad demanda claramente descrita en las declaraciones unánimes del Senado y el Parlamento de Canarias”.
“NADIE DA UN PASO”
En su intervención, el director de la División de Medio Ambiente del ITER, Nemesio Pérez, ha dicho no entender la 'dejadez' del Gobierno central y autonómico, toda vez que desde que se acordase por unanimidad la creación del Instituto ha habido preguntas tanto en el Senado, como en el Congreso de los Diputados sobre el papel que están jugando las administraciones en torno a este proyecto.
Es más, ha querido recordar que el propio José Luis Rodríguez Zapatero, a raíz del Consejo de Ministros celebrado en Las Palmas de Gran Canaria, dijo que el Instituto sería una realidad en el segundo semestre de 2010. “Sin embargo, nadie da un paso”, apuntilló.
Incluso, Nemesio Pérez ha llegado a decir que en la Comisión de Ciencias e Innovación del Congreso de los Diputados se ha hablado de la existencia de “lobbys científicos a los que no les interesa que el Instituto Vulcanológico de Canarias salga adelante”, y a nivel autonómico, ha considerado que este proyecto está chocando con la “desidia” del Gobierno regional.
De hecho, ha reiterado que el Instituto Vulcanológico de Canarias ya fue creado jurídicamente el año pasado, tal y como anunció el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, de tal manera que lo que se trata de decir a través de este manifiesto es que este proyecto “tiene que ser ya una realidad” por parte de todas las administraciones.
Mientras, el catedrático Luis González ha descartado que exista un “problema financiero” en torno a la inejecución del Instituto Vulcanológico, habida cuenta de que un proyecto de esta magnitud supondría entre 5 ó 6 millones de euros anuales de los Presupuestos Generales del Estado. Es más, ha recordado que cuando se aprobó la creación del Instituto de forma unánime fue en el año 2004, cuando “nadie hablaba de crisis”.
Para terminar, ha advertido que en el archipiélago existe un riesgo vulcanológico para el que la sociedad debe estar preparada. “Por tanto, tenemos la obligación de insistir en que no puede pasar ni un día más sin que Canarias siga siendo la única región volcánica de la Unión Europea que no tiene un instituto vulcanológico”.
BAJA PERCEPCIÓN
En cuanto a la percepción que tiene la sociedad del riesgo volcánico que existe en el archipiélago, Nemesio Pérez ha señalado que ya en 2004, cuando Tenerife sufrió una pequeña crisis sismo-volcánica, ya se constató que dicha percepción es más bien baja. De hecho, si ésta fuera adecuada, el Instituto Vulcanológico de Canarias “existiría desde hace más de cien años”, apostilló.
A raíz de lo sucedido en el año 2004, se decidió desarrollar un programa educativo que llegara a todos los municipios de Canarias y que ha cumplido ya el cuarto año. Ahora bien, el problema con el que se encuentra esta iniciativa es la poca asistencia que se da cuando llega a algunos municipios donde, incluso, “no se ha presentado ni el concejal responsable de Protección Civil”.
Es más, Nemesio Pérez ha resaltado el esfuerzo que se hizo para que el año pasado Tenerife pudiera acoger la mayor conferencia internacional de gestión del riesgo volcánico, donde si bien asistieron más de 800 personas de 52 países, el número de profesores de Primaria y Secundaria “se puede contar con los dedos de una mano”, lo que hace que en el ámbito escolar también haya una baja percepción del riesgo volcánico, algo de lo que, advirtió, “nos vamos a acordar sólo cuando tengamos el problema encima, que ya será tarde”.