La cruzada de Casimiro Curbelo contra los competidores del silbo gomero no se detiene ni ante la décima cubana
La cruzada iniciada hace años por el presidente del Cabildo de La Gomera, el controvertido Casimiro Curbelo, contra la existencia de otros lenguajes silbados que no sea el de esa isla se ha cobrado otra víctima: la décima cubana. A eso iban a dedicarse unas jornadas de estudio organizadas por la Agrupación Folklórica Hautacuperche, que han sido suspendidas al retirarse la subvención concedida inicialmente por la primera Corporación de la isla. El motivo: la presencia entre los ponentes del catedrático de Filología Española, profesor emérito honorífico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Premio Canarias 2017 de Patrimonio Histórico Maximiano Trapero. Su pecado, ser uno de los científicos que defiende la existencia en otras islas de Canarias de otros lenguajes silbados de origen prehispánico.
Según confirmó este martes Maximiano Trapero a la cadena Ser, representantes de la Agrupación Folklórica Hautacuperche le informaron hace unos días de la suspensión de las jornadas por haber sido retirada la subvención con la que se iban a costear, y que el motivo de esa decisión política era la participación del científico, al que por parte del Cabildo se considera persona non grata de manera no oficial (no ha sido declarado así en una sesión plenaria todavía). En las jornadas no se iba a abordar el silbo gomero, ni por supuesto esa expresión en otras islas, sino la vinculación de Canarias con Cuba a través de la décima. Pero la exacerbada protección del silbo lo ha impedido.
Trapero es uno de los muchos expertos que sostiene que el silbo como lenguaje articulado ha estado presente en La Gomera, El Hierro, Tenerife y Gran Canaria. Así puede comprobarse en la “Carta de miembros de la comunidad científica con el propósito de garantizar la protección, la continuidad y la investigación de las prácticas del lenguaje silbado en Canarias”, publicada por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
En ella se lee que “los estudios realizados sobre el lenguaje silbado en La Gomera y en El Hierro impulsaron una nueva etapa de exploración de la documentación histórica existente y de investigación etnográfica reciente que atestiguan el uso de este tipo de comunicación, al menos, en La Gomera, en El Hierro, en Tenerife y en Gran Canaria”. Y que “las formas silbadas del español hablado localmente y practicadas por estas personas de las islas de La Gomera, El Hierro, Tenerife y Gran Canaria, están todas bien caracterizadas por la denominación lenguajes silbados articulados, aunque se pueden distinguir, en lo tocante a las particularidades propias de la modalidad dialectal de las personas silbadoras, las técnicas utilizadas para emitir el silbo, o el estado en el que se encuentren en el momento en el que se estudian”.
Además de Maximiano Trapero, firmaron esta carta en julio de 2023, personalidades del mundo académico y científico como Antonio Tejera Gaspar; catedrático de Arqueología de la Universidad de la Laguna y Premio Canarias 2011 de Patrimonio Histórico; María Jesús Rodríguez Medina, doctora en Traducción e Interpretación y profesora titular de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; María Antonia Perera Betancor, arqueóloga, doctora en Prehistoria por la Universidad de La Laguna y directora General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias durante la legislatura 2019-2023; Julien Meyer, l ingüista y bioacústico del Centro Nacional francés de Investigación Científica (CNRS), Premio Europeo Marie Skłodowska-Curie Actions (MSCA) 2015 – COFUND para investigaciones sobre lenguajes silbados; Manuel J. Lorenzo Perera, doctor en Historia,etnógrafo y Premio Canarias 2022 de Cultura Popular; María de la Cruz Jiménez Gómez, doctora en Arqueología, profesora jubilada de Prehistoria, Antropología e Historia Antigua de la Universidad de La Laguna; Colette Grinevald, lingüista, profesora Emérita de Lingüística de la Université Lyon 2, y miembro del grupo especial de expertos sobre las lenguas en peligro convocado por la UNESCO (2003), y José-Juan Batista-Rodríguez, profesor titular de Filología de la Universidad de La Laguna y miembro de la Academia Canaria de la Lengua.
Frente a esto, Casimiro Curbelo y su partido, la Agrupación Socialista Gomera (ASG) se ha levantado con acciones políticas para prohibir la existencia de otros silbos que no sea el propio de la isla colombina. Como una proposición no de ley fechada en febrero pasado ante el Parlamento de Canarias, mediante la que hizo pronunciarse a la Cámara regional en el sentido de exigir al Gobierno autonómico “que garantice las medidas especiales de protección que aseguren la salvaguarda patrimonial del silbo gomero como único lenguaje silbado de Canarias, desincentivando y sancionando si hiciera falta las actuaciones contrarias a esta realidad”.
Los tres votos de la Agrupación Socialista Gomera son decisivos para sustentar al actual Gobierno de Canarias, formado por Coalición Canaria y el Partido Popular, del mismo modo que lo fueron en la anterior legislatura del Pacto de las Flores (PSOE, Nueva Canarias y Podemos).
Todas las iniciativas para declarar bien de interés cultural al silbo herreño, como viene promoviendo desde hace años el Cabildo de esa isla, se han tropezado con la desidia del Gobierno regional, que incluso dejó caducar el expediente administrativo correspondiente por las mismas presiones del partido de Curbelo.
Pero no ha sido Maximiano Trapero el único científico que ha sufrido persecución del presidente del Cabildo de La Gomera por sostener con evidencias científicas la existencia de otros lenguajes silbados articulados en Canarias. David Díaz Reyes, profesor de música, recordó este martes a este periódico que en varias ocasiones se ha tratado de desprestigiar su trabajo acusándolo de pretender captar subvenciones por mantener la misma postura del resto de la comunidad científica.
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