Una entidad financiera ofrece nueve millones por el islote de Montaña Clara
Por un precio de salida de 9.000.000 euros, las tres familias propietarias de la isla de Montaña Clara, dentro del Parque Nacional del Archipiélago Chinijo, en Lanzarote, han colgado el cartel de venta y ya tienen un probable comprador: una importante entidad financiera española.
“Las familias quieren que el Estado tenga el derecho preferencial de compra, porque el fin de la venta es su conservación como paraje natural”, explicó el vendedor del islote, Alejandro Márquez, quien añadió que “en el momento en que tengamos una propuesta firme, la trasladaremos al Ministerio de Medio Ambiente”.
Diversas autoridades insulares y locales han expresado su oposición a que la pequeña isla pase de nuevo a manos privadas, ya que consideran que el terreno debe ser de dominio público y uso exclusivo para la investigación, mientras que los ecologistas destacan que en la compraventa prima el “interés mercantilista”.
La isla de Montaña Clara ha sido “un claro ejemplo de la correcta conservación de un espacio natural”, reza el anuncio que la inmobiliaria Look and Find ha colgado en su página de Internet, con distintas fotos de la isla.
“Sus dueños, comprometidos con el medio ambiente -lee el vendedor en su oficina- nunca han realizado acción alguna encaminada a transformar este bello paisaje. Gracias a esta nula acción del hombre en general, y de los propietarios en particular, esta isla se ha convertido en un referente en cuanto a biodiversidad y preservación de los recursos naturales”.
Desde la década de los 50, la isla pertenece a tres familias, aunque es la de los herederos de Mariano López Socas, que fue un alto cargo franquista, la que encabeza la operación de venta.
2.700.000 metros cuadrados
Situada al norte de Lanzarote, entre La Graciosa y La Alegranza, Montaña Clara, a la que sólo se puede acceder en embarcación privada, tiene una extensión de 2.700.000 metros cuadrados, y al formar parte del Parque Natural del Archipiélago Chinijo y de la Reserva Integral de Los Islotes, no se puede edificar en ella.
Su fauna y flora es rica y especial: en ella conviven desde el guincho o águila pescadora a aves marinas como las pardelas o la diminuta musaraña canaria.
A pesar de las enormes limitaciones legales para los futuros compradores, el vendedor asegura que ha recibido “numerosas llamadas pidiendo información: muchos son curiosos, o gente que no se identifica, pero la oferta de compra que tenemos más seria es de un intermediario de una entidad financiera española de la que no puedo dar el nombre”.
“Están muy interesados porque aplicando la Ley de Mecenazgo obtienen beneficios fiscales por adquirir el bien”, asegura el vendedor. De hecho, hay otra isla del archipiélago en manos de una caja de ahorros local.
También hay un matrimonio holandés que se ha interesado mucho en la isla. “Lo quieren comprar entre varias familias, y aunque en un principio se han echado para atrás al saber que no se puede construir, luego se han vuelto a animar al ver las fotos; es que es muy bonita, y tiene hasta una ensenada para atracar los barcos”, explica el encargado de buscar un nuevo dueño para Montaña Clara.
Hace un mes la familia López Socas, que dispone de los poderes notariales de venta de la isla, se puso en contacto con el vendedor.
“Conocía a una familiar y sabía que llevaban mucho tiempo interesados en vender la isla al Estado, pero como nunca dan el paso, ya se han hartado de esperar y han decidido poner su propiedad en venta”, explica el vendedor.
El precio de venta de Montaña Clara ha sido puesto por los propietarios según “el valor de metro cuadrado rústico expropiado en los últimos años en Lanzarote”, dicen en la inmobiliaria, donde insisten en que “según los expertos, el valor en el mercado debería ser 3 ó 4 veces superior”, es decir, de hasta 36.000.000 euros.
Tras difundir Look and Find la operación de venta, el Ministerio de Medio Ambiente ha reiterado que prevé incorporar el islote al dominio público marítimo-terrestre por los “excepcionales valores naturales” de la isla, que no es la única que está en manos privadas en Canarias.
“Si consigo esta venta, no me retiro, pero voy a dar un buen empujoncito a la oficina, que acabamos de abrir” en Las Palmas de Gran Canaria, afirma el vendedor de Montaña Clara.