La capital grancanaria destinará parte del superávit a invertir 9,5 millones en obras este año
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha recurrido por primera vez a la excepción que la Ley de Estabilidad Presupuestaria hace con los municipios más saneados para dedicar parte de su superávit a invertir en el segundo semestre 9,50 millones de euros en un largo listado de obras.
El equipo de gobierno (PSOE, NC y Las Palmas Puede) llevará ese viernes al pleno del Consistorio una de las modificaciones de crédito más altas de los últimos años, para habilitar 31,05 millones de euros adicionales a su presupuesto, con los que se quitará de encima más de 20 millones de euros de deudas con proveedores y otras instituciones y afrontará nuevas inversiones en toda la ciudad.
El alcalde, el socialista Augusto Hidalgo, ha subrayado hoy que los límites que impone el Ministerio de Hacienda a los ayuntamientos de toda España prácticamente les impiden gastar los recursos que generan, lo que aboca a buen número de ellos a generar superávit que en la mayor parte de los casos solo sirve, a su juicio, para disimular las cifras de déficit de la Administración del Estado.
Sin embargo, Las Palmas de Gran Canaria ha decidido sumarse a la lista de ciudades que recurren a la excepción prevista en la Ley de Estabilidad Presupuestaria para que los municipios que cumplen con todas sus exigencias afronten inversiones “financieramente sostenibles”: es decir, que fomenten la actividad económica, se liquiden en un solo ejercicio y no generen más gasto en personal.
El grueso del nuevo gasto se destinará a pagar deudas no bancarias: 15 millones de euros a Emalsa por el saneamiento de los años 2013, 2014 y 2015; 3,25 millones al Cabildo de Gran Canaria por tasas de vertidos, y 3,30 millones a varias sociedades, pero sobre todo a la Sociedad Municipal de Gestión Urbanística (Geursa).
De los 9,50 millones de euros que se dedicarán a inversiones reales, 6,91 millones se gastarán en un amplio programa de repavimentación de calles de la ciudad, casi un millón de euros a reparar instalaciones deportivas y 700.000 euros a arreglar tres muros de contención en la carretera del centro, Dragonal Alto y la calle Ana Benítez, que presentaban un estado peligroso.
Hidalgo ha explicado que, hasta ahora, el Consistorio dedicaba sistemáticamente su superávit a reducir deuda a largo plazo.
Sin embargo, ha subrayado que en estos momentos el Ayuntamiento debe a los bancos alrededor de 60 millones de euros, cifra que a finales de año se reducirá a 44 millones solo por las amortizaciones ya previstas. “Seguramente será la deuda más baja de la democracia, pero no es lógico que tengamos esas cifras tan bajas y, en cambio, no podamos invertir en las calles de la ciudad”, ha añadido.
El alcalde defiende que la modificación de créditos que se llevará mañana al pleno “es una operación inteligente”, que permitirá resolver problemas generados en la anterior legislatura (en referencia a las deudas con Emalsa y el Cabildo) al tiempo que se afrontan 48 inversiones que afectan gran parte de los barrios.
Hidalgo ha explicado que se ha hecho un importante esfuerzo por parte de los técnicos municipales para seleccionar actuaciones que se puedan licitar, contratar y terminar en seis meses y cuyo importe no obligue a publicarlas en el Diario Oficial de la Unión Europea, lo que alargaría mucho más sus trámites.
Para ello, ha añadido, se ha recurrido a proyectos que ya estaban diseñados y a las demandas expuestas por las juntas de distrito.
El alcalde también ha explicado que el ayuntamiento tiene superávit suficiente para invertir una cantidad mayor que los 9,50 millones que ha programado, pero también ha precisado que la ley dispone que, si la inversión supera los 10 millones, la ciudad tiene que solicitar permiso al Ministerio de Hacienda para cada proyecto que acometa, lo que retrasaría los trámites.
Sin embargo, ha subrayado que los 9,50 millones que se van a invertir duplican, por ejemplo, a las inversiones previstas a través del plan de cooperación del Cabildo (cinco millones).