Madrid retrasa la reforma del Estatuto de Canarias
El secretario general del grupo socialista en el Congreso, Julio Villarrubia, afirmó este jueves que “no va a haber tiempo” en los meses que restan de legislatura para sacar adelante las reformas de los tres estatutos de autonomía pendientes y dijo que la aprobación del castellanoleonés podría anteponerse a la del canario.
Villarrubia reconoció la “voluntad política” del PP y del PSOE para que el nuevo estatuto de autonomía de Castilla y León pueda “ser aprobado definitivamente dentro de esta legislatura”.
Por ello no descartó una alteración de la “norma no escrita” que se ha aplicado tradicionalmente en el Parlamento, por la que los estatutos pendientes deberían tramitarse en el orden en el que fueron registrados -Canarias, Castilla y León y Castilla/La Mancha-, si bien precisó que no le consta “ninguna propuesta” en este sentido.
“No sería descartable, pero no está decidido, que si alguno de los estatutos tiene una especial dificultad en su tramitación porque no hay el grado de consenso suficiente y otro sí lo tuviere, se pudieran alterar los tiempos en la tramitación. ¿Por qué no?”, sugirió.
Para Villarrubia, “parece difícil” que el PP, que ahora forma parte del Gobierno de Canarias, pueda aprobar un estatuto al que descalificó “descarnadamente” durante su debate y toma en consideración en las Cortes.
“¿O lo que era totalmente inconstitucional ayer, en los mismos términos es hoy magníficamente constitucional?, se preguntó. Eso lo tiene que explicar el PP. Nosotros apoyamos el estatuto desde el principio”.
El diputado socialista insistió en que la falta de consenso con respecto al estatuto canario no debe suponer que se “paralicen” los demás textos, y manifestó su deseo de que el de Castilla y León sea una “realidad” en esta legislatura, “salvo que haya razones más poderosas que lo impidan”, añadió.
“Lo que vaya a ocurrir a partir de primeros de septiembre lo veremos pronto. Pero yo me atrevería a decir que es posible que consigamos el acuerdo”, prosiguió Villarrubia, quien confió en que el estatuto castellanoleonés “no decaiga decepcionando las legítimas expectativas de muchos ciudadanos de Castilla y Léon, y no sólo de la clase política”.