El juez envía a prisión a 11 de los 13 presuntos miembros de la mafia detenidos en Tenerife e impone fianzas a otros dos
MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha dictado el ingreso en prisión incondicional de 11 de los 13 detenidos el pasado martes en Tenerife por blanquear capitales para los clanes mafiosos italianos Nuvoletta y Polverino, y ha impuesto fianzas de 60.000 euros a otros dos para que puedan eludir su entrada en la cárcel, informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
El magistrado imputa indiciariamente a los 13 detenidos los delitos de integración en organización criminal y blanqueo de capitales, a los que hay que sumar individualmente otros tipos penales como el de tenencia ilícita de armas y falsedad en documento mercantil. Once de ellos son italianos, mientras que los otros dos tienen la nacionalidad británica y marroquí.
Velasco adoptó esta decisión después de que el jueves y el viernes de la semana pasada interrogara, en compañía de los fiscales Anticorrupción José Grinda y Luis Rodríguez Sol, a los 13 detenidos.
En la causa también están imputados un ciudadano que declaró por exhorto en un juzgado de Tenerife, al no poder ser trasladado a Madrid por problemas de salud, y otro que reside en Italia y contra el que se ha dictado el arresto domiciliario en virtud de una orden europea de detención y entrega (OEDE).
OPERACIÓN POZZARO
La operación, denominada 'Pozzaro', se cerró el martes con la detención de trece personas y más de cincuenta entradas y registros en la isla tinerfeña. En uno de los domicilios se hallaron 150.000 euros en efectivo y, asimismo, se acordó el embargo de numerosas cuentas corrientes, vehículos y embarcaciones.
Las detenciones y registros se llevaron a cabo en colaboración con la Fiscalía de Nápoles y la Dirección Antimafia. Ésta es la primera investigación que tiene autonomía respecto de las autoridades italianas, no siendo mera ejecución de investigaciones realizadas en Italia.
La Fiscalía Anticorrupción señaló que entre los negocios impulsados por este grupo mafioso se encontraban la promoción y construcción del complejo turístico residencial 'Marina Palace', en la localidad de Adeje, y la explotación turística e inmobiliaria de los apartamentos de ese complejo, que estaría bajo el control de sociedades instrumentales gobernadas por ese clan camorrista.
HABÍAN CENTRADO EN TENERIFE EL ENTRAMADO SOCIETARIO
Además, indican que el nuevo 'jefe' de los Nuvoletta en España, cuyas iniciales responden a G. F., desarrolló el complejo empresarial para este blanqueo de capitales “fundamentalmente” con empresas domiciliadas en la isla de Tenerife y operaciones en los municipios de Adeje y Arona.
G. F. habría creado este entramado empresarial basado en actividades delictivas, que a priori servirían para ejecutar los sucesivos actos de blanqueo de capitales proveniente del clan Nuvoletta/Polverino.
Unos actos que, según la Fiscalía, “estarían directamente vinculados con la actividad inmobiliaria, en cualquiera de sus fases (promotora, constructora, gestora) y otros sectores como la hostelería y la restauración, o la compra-venta y/o permuta de embarcaciones de lujo y vehículos de gama alta”.
La conclusión que hace la Fiscalía contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada es que G. F. era “la persona que dirigiría y supervisaría el lavado del dinero y las consiguientes inversiones del clan en las islas Canarias”, fruto de “la necesidad de la camorra de blanquear los beneficios producto de la ilícita actividad desarrollada por éste, principalmente en Italia”.
LOS NUVOLETTA, PARTE DE LA CAMORRA NAPOLITANA
El clan Nuvoletta es uno de los grupos que integran la Camorra napolitana, nombre genérico con el que se designa a las organizaciones criminales que operan en la región italiana de Campania. Se considera fundadores de este clan --que se ha caracterizado por tener fuertes vínculos con la Cosa Nostra siciliana-- a los tres hermanos Lorenzo, Ciro y Angelo Nuvoletta, que comenzaron sus actividades criminales en los años 1960, en el campo del contrabando de tabaco.
Posteriormente, como otros clanes camorristas, diversificaron su actividad y llegaron a tener un control total en la zona del municipio de Marano di Napoli, una ciudad a las afueras de Nápoles, de cualquier actividad económica, tanto ilegal (tráfico de estupefacientes, extorsión, cohecho) como legal (en particular la construcción, a través de la cual han blanqueado grandes cantidades de dinero procedentes de su previa actividad delictiva), según relata la Fiscalía española.
A partir de la muerte de Lorenzo y Ciro, y el arresto en 2001 de Angelo, actualmente condenado a cadena perpetua, se produjo una lucha por el poder dentro del clan, como resultado de la cual uno de sus integrantes, Giuseppe Polverino, pasó a dirigir su propio clan.
No obstante, el primitivo clan Nuvoletta siguió activo y algunos de sus viejos hombres siguieron manteniendo los negocios y actividades propias de la organización camorrista, trabajando incluso algunas tanto para los Nuvoletta como para los Polverino.
Como consecuencia de lo anterior, en el municipio de Marano --según un informe elaborado por los Carabinieri en 2007-- ya no existe un único grupo que haga cabeza en la familia Nuvoletta, sino tres organizaciones estrechamente ligadas entre sí, que se reparten los beneficios a partes iguales: la familia Nuvoletta, la familia Simeoli y el grupo Polverino.
DECENAS DE COLABORADORES Y, ENTRE ELLOS, UN ABOGADO
Desde la década de los 90, los Nuvoletta han venido realizando importantes inversiones en España, en Tarragona, Costa del Sol o en las Islas Canarias.
En un principio, el hombre fuerte del clan Nuvoletta en España fue R. S., quien encomendó la dirección del Clan a A. O. (persona a la que se sitúa en la cúpula del clan Nuvoletta); A. O. sería destituido por P. N. a raíz de las pésimas gestiones empresariales realizadas por aquel, en la inversión de los intereses económicos del Clan, hasta que irrumpió la figura de G. F., quien se ha rodeado de colaboradores y hombres de confianza, a saber y entre otros: su hijo L. F., su primo A. S.; R. C., M. V., R. M. y el abogado del clan, D. G.