Sandra Rodríguez
Un espíritu de guerrilla en un cuerpo de gato. Pudo haber sido filósofa, pero eligió el Derecho. Durante años intentó proteger a López Aguilar de sus excesos, pero lo logró raras veces. Chaconista porque toca, está entregada a la reconquista del PSOE tinerfeño. Sería más si aparcara sus convicciones.