TEA ofrece este sábado una visita guiada a la exposición 'Óscar Domínguez. Una existencia de papel'
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 5 (EUROPA PRESS)
Tenerife Espacio de las Artes (TEA) ofrece este sábado a las 18.00 horas una visita guiada a la exposición 'Óscar Domínguez. Una existencia de papel', a cargo de su comisario, Isidro Hernández, muestra que puede visitarse en este centro de arte contemporáneo del Cabildo de Tenerife hasta el 16 de octubre, de martes a domingos de 10.00 a 20.00 horas.
En esta exposición, que pone de relieve la faceta de ilustrador del célebre surrealista tinerfeño a la vez que muestra algunos de sus lienzos más emblemáticos, se ahonda en una de las facetas menos conocidas del creador, cómo fue su incursión en el mundo del dibujo en claro diálogo con las obras de algunos de los poetas más importantes de su tiempo como fueron Georges Hugnet, Robert Ganzo, André Thirion o Paul Éluard y con otros coetáneos como Dalí, Picasso o Miró.
La muestra --en la que se exhiben algunas obras del surrealista tinerfeño que hasta la fecha no se habían expuesto en España, como 'La ola' (1938)-- parte de las ilustraciones realizadas por Óscar Domínguez a principios de los años treinta para las ediciones de la revista de expresión contemporánea 'Gaceta de arte' y cuenta con trabajos de gran calidad no sólo en los años treinta --elaboradas en sintonía con la euforia vanguardista del momento--, sino también, y muy especialmente, en los años parisinos de la ocupación nazi, período en el que Domínguez llega a ser el máximo ilustrador del grupo clandestino 'La main à plume'.
Su participación en las ediciones de 'Guy Lévis Mano' en los años treinta, pasando por sus decalcomanías para la cubierta de la 'Antología del humor negro', de André Breton (ya en 1940), hasta sus colaboraciones con varios libros editados en la clandestinidad como 'Au fil du vent' (1942), 'Domian'e (1942), 'Le grand ordinaire' (1943), 'Le feu au cul' (1943), o en '1947' su ilustración del poema de Paul Éluard, 'Poésie et vérité', constituyen algunos de los episodios clave de esta muestra, en la que se puede comprobar como a veces sus grandes obras tuvieron su germen en un dibujo o en grabado.
Sin embargo, y aunque los dibujos y las ilustraciones de Domínguez son el hilo conductor de esta exposición, también hay en ella algunas de las pinturas cumbres del surrealista como es el caso de 'Tête de taureau' (1941) --un autorretrato de Domínguez en el que se entremezclan los rasgos taurinos y humanos-- o La apisonadora y la rosa' (1937), obra perteneciente a la Colección del Centro de Arte Reina Sofía.