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Endesa se desentiende de un incendio originado en la finca de un particular por una de sus torretas

Marcas del incendio ocasionado por la falta de mantenimiento de una torreta de Endesa situada en El Madroñal (Santa Brígida)

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

No sólo el Cabildo de Gran Canaria se ve perjudicado por la desatención de Endesa a sus líneas eléctricas que pueden provocar incendios forestales, también algunos particulares. Así le sucedió a un ciudadano cuando, en la tarde del 15 de octubre del año pasado, las líneas de la torreta que colinda con su terreno, en la zona de El Madroñal (Santa Brígida), prendieron parte de la finca y ocasionaron daños de unos 3.000 euros.

Según el escrito con el que respondió a la reclamación de los daños por parte del particular, al que ha tenido acceso este periódico, la compañía explicó que “una vez visitada la zona y las instalaciones afectadas por nuestro personal técnico, encargamos un informe pericial a una empresa externa acreditada con objeto de determinar y analizar en profundidad las posibles causas del incendio acaecido”.

La empresa recalca que aquel 15 de octubre sólo tiene constancia de una desconexión en una línea de media tensión que generó un corte de suministro “que quedó restablecido de forma automática en un tiempo inferior a tres minutos desde su desconexión” y que perjudicó a un total de 5.240 clientes y 58 centros de transformación.

Para justificar que ellos no fueron los culpables del incendio en la finca del particular, Endesa recalcó que “las líneas de baja tensión que discurren por el lado del incendio no sufrieron ningún tipo de cortes o avería, por lo que es imposible que se pudiese originar un cortocircuito en dichas líneas sin que exista una avería previa, circunstancia que además hubiese sido despejada por la actuación de los fusibles de protección en cabecera en el cuadro de baja tensión y que no se produjo”.

Por último, el texto firmado por el responsable de explotación en Canarias de la empresa, concluye diciendo que como las instalaciones de Endesa, tanto de baja tensión como de alta tensión, “no sufrieron ningún tipo de daño como consecuencia del incendio y el origen de este no guarda relación alguna con nuestras instalaciones en la zona” no pueden aceptar la responsabilidad de los daños que les reclama.

“En 50 años no han revisado la instalación”

El particular narra que desde hace más de 50 años la torreta colinda con su finca. De hecho, explica que su familia, aparte de cederle a Endesa gratuitamente el terreno para construir la torreta, fue quien llevó a cabo la obra. “La compañía no pagó nada hasta pasadas varias décadas”, comenta, y añade que en todo este tiempo nunca ha visto a ningún técnico realizando una revisión de la instalación.

Este vecino señala que con la respuesta de la compañía tras ocasionarle el fuego que afectó a maquinaria de riego y a algunos árboles lo que siente es “impotencia e indefensión” ante la indiferencia de Endesa con sus damnificados. A esto añade que esta actitud se podría corregir si existiera una institución que se dedicara a controlar los abusos de las empresas con monopolios.

Negar la mayor, una práctica habitual

Al igual que el caso de este particular, la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) del Cabildo de Gran Canaria tiene ejemplos de cómo Endesa nunca asume la responsabilidad cuando una de sus instalaciones son las causantes de los fuegos. Así, recuerdan un juicio celebrado en junio del año pasado por un incendio por el contacto de un eucalipto con una línea de alta tensión en el Camino El Colegio, en Santa Brígida. Por parte de la eléctrica prestaron declaración un técnico responsable de las redes de media y baja tensión en la zona centro de la isla y un ingeniero de montes.

El primero manifestó que en la zona donde se produjo el incendio las ramas de los árboles estaban aún apartadas de los cables y que debido a que estos eran de media tensión tenían una corriente máxima de 20.000 voltios, lo que hacía “imposible” la producción de un arco eléctrico en dichas líneas “salvo que se produjera un contacto directo”, en cuyo caso “se interrumpiría inmediatamente la corriente eléctrica”. Mientras, el ingeniero de montes ratificó que el fuego no se originó en la línea del tendido eléctrico alegando que la investigación de la BIIF no había sido rigurosa y que no había tenido en cuenta la probabilidad de ignición por foco secundario al otro lado de la carretera.

En cuanto a la declaración del agente de la brigada del Cabildo insular, este ratificó el informe obrante que culpaba del fuego a la línea de alta tensión en la que se concluía que la responsabilidad en la autoría del incendio recaía en la empresa propietaria de las líneas de alta tensión al quedar demostrada la existencia en el lugar a la hora del incendio de unas rachas de viento de 16,5km/h que empujaban las copas de los eucaliptos en dirección a los conductores de la línea. Así, la investigación constataba el incumplimiento de la normativa vigente en materia de distancias mínimas de seguridad entre conductores y el arbolado del lugar, así como la obligación de mantenimiento y limpieza de las calles bajo la línea eléctrica aérea.

A pesar de que en la sentencia el fallo es a favor de Endesa y esta evitó tener que pagar una multa de 20.000 euros, posteriormente taló los eucaliptos que ocasionaron el fuego, dando indirectamente la razón a la BIIF.

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