Hay más adictos ''a causa de la crisis''
Juancho Sánchez Mayor, a raíz de una experiencia familiar, tuvo la idea de crear un centro en Canarias que ofreciera tratamientos con alto grado de intervención terapeútica para que los isleños que sufriesen cualquier tipo de adiccion no se vieran obligados a desplazarse a la península o al extranjero. De este modo surgió la Fundación Forja.
Su director, Jorge Asencio, ha declarado este jueves en el programa El Correíllo de CANARIAS AHORA RADIO que la falta de este tipo de centros en las Islas ha desembocado en problemas para muchos canarios que “se han visto obligados a trasladarse a una comunidad terapéutica fuera del Archipiélago”, encontrándose con numerosos problemas de adaptación cuando regresan a sus casas.
Estos últimos años el centro ha experimentado “una mayor demanda de tratamientos por problemas de adicción, seguramente a causa de la crisis”, comenta Asencio, quien añade que son necesarios “más educadores especializados en este tipo de ámbitos, educadores sociales que dentro de las escuelas formen a los niños en valores y hábitos saludables”, objetivo difícil de conseguir en estos tiempos en los que “cada vez hay menos dinero”.
El director de la fundación se detuvo en explicar las diferentes etapas que padecen los afectados por algún tipo de adicción: la negación, la precontemplación y la contemplación total del problema. “Los perfiles de cada paciente son diferentes, sin embargo comparten algunas características comunes como las actitudes egoístas o inmaduras”.
Adicciones modernas
La fundación no sólo trata las adicciones comunes de alcoholismo, drogradicción o ludopatía. Las “adicciones modernas” han cobrado fuerza especialmente entre el sector más joven. A la aparición de nuevas tecnologías le ha seguido el nacimiento de las adicciones a internet y a las redes sociales.
Mientras que la adicción a internet puede ir relacionada con otro tipo de adicciones -por ejemplo, al sexo fácil- la aparición de las redes sociales es muy reciente y “aun estamos un poquito peces” explica Asencio, de modo que “es muy importante que los padres aprendan a manejar esta herramienta y enseñen a sus hijos un uso responsable de la misma”.
Internet no solo supone un riesgo de adicción, también existe peligro de suplantación de identidad, de robo de datos o incluso de abusos a menores por lo que desde la fundación se recomienda “que haya sólo un ordenador en casa y se especifiquen unos horarios para su uso”.
Asencio aconseja a los padres “hablar” claro con sus hijos adolescentes para prevenir las adicciones: “La familia debe intervenir y poner limitaciones”. La figura de los progenitores es el modelo más cercano para estos jóvenes, “su forma de comportarse la van a imitar sus hijos”.
Para escuchar al completo la entrevista, acceda a los podcasts de El Correíllo.
