La Armada mexicana, a examen en LPGC
El capitán de navío Vidal Preciado va con prisa. El agregado militar de la Embajada mexicana es España tiene una misión: vigilar a los 75 guardiamarinas, marinería y oficiales que realizan este lunes su examen de promoción. Los marinos llegaron el domingo a bordo del buque-escuela Cuauhtémoc, que permanecerá atracado en el muelle occidental del Puerto de la Luz hasta el jueves. Las Palmas de Gran Canaria es la última parada de su periplo por el Mediterráneo, antes de poner rumbo de vuelta al Caribe. Allí regresarán los marinos aprobados con un rango mayor, tras haberse examinado por internet en las aulas del centro de estudios Incaem.
“Todos los años, el 20 de noviembre, la Secretaría de Marina Armada de México asciende al grado inmediato superior a todos los elementos que han cumplido con una serie de requisitos”, explica Preciado, “ya se acerca el día y a estos marinos mexicanos los agarra el período de exámenes navegando y esa es la razón por la que nos vemos obligados a hacerlo a través de Internet”. Pese a la novedad que pueda presentar la experiencia, no es, ni mucho menos, la primera vez. La Armada mexicana lleva décadas organizando estas pruebas, que se hacen on-line desde comienzos de los años noventa.
El capitán es el encargado de que todo vaya bien, por eso está algo inquieto mientras habla, y aclara que debe darse prisa para regresar al aula donde se examinan las dos primeras tandas de 20 marinos. “Precisamente por eso estoy aquí”, dice Preciado en referencia a las trampas, el copieteo entre estudiantes, “para evitarlo”. El agregado asegura que el método a distancia les ha dado buen resultado desde que comenzaron a organizar las pruebas de esta manera. El método es sencillo: “Nos enlazamos directamente con un sistema que tenemos en México y allá están monitorizando los exámenes”. Se utiliza todo lo necesario, en tierra o en alta mar, “teléfonos satelitales, teléfonos celulares, o incluso chat”. “La única forma en que se puede hacer trampa es que uno esté preguntandole al otro”, insiste, tranquilo, “ya han sucedido muchas cosas, la gente difícilmente se arriesga a hacer algo indebido, aunque sí se da”.
Siete meses a bordo
Las Palmas de Gran Canaria es la tercera y última ciudad española donde recala el Cuauhtémoc en su ruta mediterránea, tras haber visitado los puertos de Barcelona y Valencia. “En promedio navegan unos siete meses”, explica el agregado militar en la Embajada de México, “se embarcan cadetes de cuarto y de quinto año y durante la travesía se siguen dando clase, se embarcan los profesores; prácticamente el último semestre de su carrera lo terminan en el barco”.
El velero se encuentra atracado en el muelle de Santa Catalina Naciente del Puerto de la Luz, en “un lugar medio escondidito”, se queja el capitán, detrás del enorme crucero Independence of the Seas. “Normalmente iría en el de poniente, que es donde luce más”, se excusa David Hernández, representante de la consignataria Suardíaz, encargada de organizar la estancia del buque en la ciudad, “lo que pasa es que para el lunes (por hoy), el miércoles y el jueves, hay tres trasatlánticos y están condenados a tener ese muelle”.
Aún así, han conseguido atraer a unas 750 personas en su primer día en el puerto, donde se puede visitar entre las 8.00 y las 20.00 horas hasta este jueves.