Audio acción en Triana en defensa de la escucha activa y crítica
¿Posee la calle Mayor de Triana banda sonora? ¿Cuántas veces la hemos transitado sin percatarnos detenidamente de sus sonidos propios, al igual que nos sorprendemos cuando admiramos su arquitectura neoclásica? ¿Qué tiene más vigencia cuando paseamos, el sentido de la vista o del oído? El Canariasmediafest impulsa dentro de su variada oferta, una singular experiencia en la popular vía comercial de la capital grancanaria. Una audio-acción que desarrollará el colectivo Escoitar a modo de pasacalle desde Triana hasta la sede del Centro Atlántico de Arte Moderno, en Vegueta, pretende promocionar y difundir el fenómeno sonoro.
En esta propuesta, que fue retransmitida en directo por la Cadena Ser en el programa vespertino que dirige Antonio Domínguez, Escoitar empleó un micrófono hinchable gigante de 6 metros de envergadura que se ha fabricado en Barcelona, en cuyo interior se instaló un sistema de emisión de audio inalámbrica por UHF, que recogió en tiempo real los sonidos de la calle.
Según Chiu Longina, miembro de Escoitar, queremos con esta audio-acción “llamar la atención de ese sentido humano olvidado y relegado a un segundo plano (en relación a la vista). Para ello, utilizamos las estrategias y tecnologías del espectáculo, sin el mínimo pudor. Utilizamos la fuerza de la visión, del espectáculo y del poder de la imagen para abrir los oídos. Nos aprovechamos de la imagen del mismo modo que ella se ha aprovechado del oído en los últimos siglos”.
Para Escoitar, el micrófono, a diferencia de la oreja, no tiene cultura, por ello es capaz de escuchar todos los sonidos, sin filtrar ninguno. “Recordemos que la oreja no tiene párpados y por lo tanto son los filtros culturales quienes se encargan de seleccionar los sonidos que merecen la pena ser escuchados”, subraya Longina. “Vamos a conseguir que ese sonido que todos oyen a diario se convierta en protagonista de un minuto de sus vidas, es decir, el sonido que habitualmente se oye (y no se le presta atención), será ”escuchado“ ese día, abriremos nuestros oídos a los sonidos se pertenencia, aquellos que definen el carácter acústico de esos lugares, aquellos que los propios oyentes reconocen como propios y que forman parte de su acervo cultural”.
El colectivo gallego está integrado fundamentalmente por el antropólogo, artista sonoro y creador de espacios acústicos, Chiu Longina, y el musicólogo Juan-Gil López, que en los últimos años ha desarrollado diversas investigaciones tanto en el campo de la etnomusicología (música y etnicidad) como en el de la música contemporánea, trabajando en diversos proyectos de investigación de carácter interdisciplinar.
A juicio de Chiu Longina “escuchar supone enfrentar nuestro tímpano y, como acto de voluntad, sólo es posible a partir del instante en el que nos desposeemos de la infinidad de velos/filtros que nos aíslan de la sonoesfera que habitamos. La expansión de nuestro oído hacia límites cada vez más difusos ha posibilitado que los sonidos marginales adquieran el valor reivindicado desde posturas distantes, e incluso enfrentadas, que articularon discursos y prácticas como el ”arte de los ruidos“ futurista, la panauralidad de John Cage, los trabajos Acusmáticos, el Deep Listening, las estéticas minimalistas digitales asociadas al glitch, el ruidismo más exacerbado o los planteamientos derivados del field-recording, ya sea en una dimensión puramente acústica o en la búsqueda de una ética ecoacústica”.