Becerril pide protocolos de detección y atención a menores víctimas de trata
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
La Defensora del Pueblo recomienda la creación de un protocolo nacional de detección y atención a menores víctimas de trata ante “la carencia de datos” existente respecto al número de afectados, según se desprende del informe de la institución 'La trata de seres humanos en España: víctimas invisibles'.
En este punto, el informe señala que la ausencia de protocolos de actuación implica la falta de detección temprana de menores de edad víctimas de trata, lo que sitúa a este colectivo “en situación de riesgo” mientras que la ausencia de un registro policial donde se anoten estos datos “agrava la situación”.
El texto también hace alusión a “las deficiencias” detectadas en el seguimiento de los hijos de las víctimas de trata nacidos en España y califica de “insuficiente” su inscripción registral. Además, denuncia la falta de protocolos de actuación comunes para detectar menores víctimas de trata entre las entidades autonómicas de protección de menores.
Por ello, aboga por impulsar la creación de mecanismos de coordinación y seguimiento entre las fiscalías provinciales y las entidades autonómicas de protección de menores en aquellos supuestos en los que los tutelados víctimas de trata estén inmersos en procedimientos penales en calidad de testigos protegidos.
El Defensor del Pueblo recuerda que la definición jurídica de la trata de niños es distinta de la trata de adultos ya que requiere un acto realizado con el propósito de someter a los menores a explotación y no es necesario demostrar ningún medio, como el engaño, la coacción o el abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad.
Por este motivo, la institución que preside Soledad Becerril apunta que, ante la llegada de menores, se debe dar traslado al Ministerio Fiscal y registrar la llegada del menor en una base de datos independiente. Además, hay que comprobar los vínculos de filiación con los adultos con los que viajan.
Así, el documento señala que los datos de menores de edad no son registrados en ninguna base de datos policial, ni se comunica su presencia a los servicios de protección de menores por lo que su seguimiento e identificación “son muy difíciles”, una vez abandonan los centros de acogida en los que se encuentran, en alusión a los niños y mujeres, en su mayoría de nacionalidad nigeriana, que entran en España.