La biotecnología genera en Canarias 4.000 puestos de trabajo indirectos
El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cree que el marco de actuación de los científicos que utilizan la manipulación genética de organismos la debe fijar la sociedad, y no los políticos. La industria en torno a la biotecnología genera en Canarias, según sus cálculos, cerca de 4.000 puestos de trabajo indirectos.
Prestigiosos analistas y periodistas prevén un boom en 20 o 30 años de la ingeniería genética, o lo que es lo mismo, la manipulación de la molécula de DNA, que ven ligado a un potente desarrollo económico. Una tecnología que no ha estado exenta de polémica, por lo que el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Carlos Martínez Alonso, cree que no se puede dejar en manos de los políticos, sino que sea la propia sociedad la que defina el marco de actuación de los investigadores en este campo.
Martínez, en una entrevista tras su paso por Canarias en el marco del encuentro Bioinvest, reconoció con honestidad que “es verdad que los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) han generado toda una corriente en contra, se han cometido errores y es bueno reconocerlo”, como por ejemplo el hecho de que las primeras plantas modificadas lo fueron más inspiradas en el ámbito comercial que el médico, la investigación con células madres o los alimentos transgénicos.
“Esta ciencia puede hacer extraordinarios cambios ?opina el presidente del CSIC - pero el marco donde todo ese tipo de investigaciones se debe dar lo debe establecer la propia sociedad, la propia estructura democrática de nuestra sociedad”. De esta manera, considera que se puede impedir desarrollos que generen repulsa en parte de la sociedad, “algo que compete a los científicos, al propio ciudadano y a los Medios de Comunicación”, ya que si no “estaremos al albor de los políticos”.
“La apuesta por la investigación no puede estar en manos de los políticos ?declara tajante- sino que debe estar en la misma sustancia de la sociedad, hacer de la ciencia una respuesta a las necesidades de la sociedad”.
Para ello, en su opinión, los científicos “debemos explicar qué estamos haciendo, por qué y para qué”, aunque también pone en manos de los medios de comunicación la responsabilidad de ser el instrumento que sirva de correa comunicativa entre el científico y la sociedad “para garantizar que el día de mañana es el ciudadano el que exige a los políticos la apuesta mantenida y sostenida por la investigación como herramienta de futuro”.
Una vez aclarado esto, Martínez Alonso apuesta decididamente por la potenciación de la sociedad del conocimiento y la investigación en general, y las biotecnologías en particular, porque, dice de estas últimas, “el desarrollo económico estará tan basada en esta tecnología como lo ha sido las tecnologías de las comunicaciones en los años 90”.
“Hoy en día en todas las ciencias parece que la manipulación del DNA está jugando un papel fundamental, como también lo está haciendo esta tecnología en el desarrollo económico, cada vez más presente”, sostuvo.
Canarias bioregión
Para el responsable del CSIC, Canarias está empezando a darse cuenta de este hecho y hace una apuesta decidida por este tipo de investigación y tecnología, que ayudará a diversificar su economía y a servir como un importante motor de desarrollo. Tanto es así que aseguró cada puesto cualificado en investigación puede generar entre 100 y 400 puestos de trabajo indirectos.
Según datos facilitados a ACN Press por el presidente de la Zona Especial Canaria (ZEC), Juan Romero Pi, en estos momentos hay instaladas en esta zona siete empresas dedicadas a diversos sectores de la biotecnología que dan trabajo a unas 100 personas de forma directa, lo que, según los cálculos hechos por Martínez Alonso, significaría que se está dando trabajo a entre 1.000 y 4.000 personas.