Canarias acelera el ritmo de vacunación y ya es la segunda comunidad que más dosis administra por cada 1.000 habitantes

Una enfermera pone una vacuna contra la covid-19. EFE/ Carlos Ortega/Archivo

Toni Ferrera

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Canarias está vacunando mucho y muy rápido. Tanto, que en estos momentos solo la Comunidad de Madrid está administrando más dosis diarias por cada 1.000 habitantes que el Archipiélago, según los datos actualizados este martes por el Ministerio de Sanidad. Las Islas, en palabras de una de las coordinadoras del plan de vacunación, Begoña Reyero, han alcanzado la armonía que buscaban: hay vacunas, centros donde inyectar los fármacos y demanda.

Durante la mayor parte del proceso de inmunización contra la COVID-19, Canarias ha vivido algo rezagada con respecto al resto de autonomías. Mantenía el ritmo ascendente, como se puede ver en el gráfico, pero apenas sobresalía. Esto se debe a que las Islas, al contar con menos población vulnerable que otras regiones, recibía menos vacunas. El caso más paradigmático en este sentido es el de Castilla y León, un territorio con prácticamente el mismo número de habitantes que el Archipiélago, pero que supera a este en todas las franjas de edad con más de 50 años. Por eso la diferencia en el acaparamiento de viales entre ambas fue tan grande.

También hubo contratiempos por ser Canarias una de las comunidades más perjudicadas por el parón de AstraZeneca (en proporción, recibió más vacunas de esta farmacéutica que otras demarcaciones). Y porque priorizaba guardar las segundas dosis para no poner en riesgo a los que ya habían recibido una. “Antes estábamos más justos”, subraya una fuente de Atención Primaria.

El porqué se ha acelerado ahora el ritmo se debe a tres factores: ya no hay escasez, este mes de julio se ha ido “compensando” esa falta de vacunas del principio; la red sanitaria está administrando casi todas las que llegan; y la demanda sigue siendo alta. También entre los jóvenes.

Otra causa relevante es la incidencia actual del coronavirus en las Islas, que está sufriendo su peor ola de contagios, y las prisas por inmunizar al mayor número de personas posible. Sanidad no espera a cerrar la vacunación de un grupo poblacional completo, sino que avanza a medida que aumenta el suministro. El pasado sábado citó a los mayores de 18 en Gran Canaria y Tenerife a vacunarse sin cita. Como el resultado no estaba siendo el esperado, amplió el llamamiento para los mayores de 16. Desde este martes también lo pueden hacer los que tienen más de 14.

Qué previsiones hay a partir de aquí

Canarias ha vacunado con la pauta completa al 58,2% de su población. Es un porcentaje menor que el de la mayoría de comunidades, como Asturias, que reporta un 71,9%, o Galicia, con un 69%. Sin embargo, es previsible que el Archipiélago aguante el pulso de la última semana y continúe con altas cifras de dosis administradas por cada 1.000 habitantes por el amplio margen de trabajo que aún queda entre los más jóvenes, a los que apenas se ha inmunizado en un 35,5% (30-39 años) y 16,3% (20-29). Este lunes ha llegado una nueva remesa de Pfizer de más de 88.000 viales, se espera que la semana que viene aterrice otra de Janssen de 12.750, y el consejero de Sanidad, Blas Trujillo, ha confirmado que los excedentes de las vacunas de Moderna se destinarán a las Islas.

La previsión es positiva, según destacan las fuentes consultadas, pero también comienza a preocupar la idea de que Canarias se enfrente a un parón en la campaña de inmunización en agosto o septiembre. Está por ver si ocurre y de cuánto tiempo sería esa ralentización, pero lo que está claro es que no se deberá, aseguran los profesionales sanitarios, a problemas de logística o dosis, sino más bien a una falta de demanda entre las capas más jóvenes de la sociedad, ya sea por desinterés o incapacidad de contactar con ellos, especialmente en verano.

Hasta el momento el Archipiélago no ha activado estrategias que incentiven la inyección entre los menores de 30 o 40 (salvo el certificado COVID en Tenerife, que se podría ver como una medida para ello) porque España es un país con una gran cultura vacunal donde el movimiento antivacunas es marginal, como señala un informe de marzo de 2021 de la plataforma IPSOS. Aun así, Canarias estaría dispuesta a ofrecer bonos turísticos, similares a los que ha promocionado la Consejería de Turismo, para estimular los pinchazos. Y también ha llevado a cabo un plan proactivo de llamadas a personas que, a pesar de querer vacunarse, aún no lo han hecho. Un esfuerzo de ir tarjeta sanitaria por tarjeta sanitaria levantando el teléfono. “Si no vienen, vamos nosotros”, apostilla Begoña Reyero.

Además, el Gobierno regional ha abierto la puerta a implantar la vacunación obligatoria entre los empleados públicos de servicios esenciales. “No puede obligarse a la ciudadanía a la vacunación, distinto es los funcionarios de distintos cuerpos, que el Gobierno está estudiando esa posibilidad porque la mayoría no puede pagar la inconsciencia de quien, apelando a su libertad individual, no lo quiera hacer”, ha dicho el presidente autonómico, Ángel Víctor Torres.

Con casi el 60% de la población inmunizada ya se puede apreciar cómo las vacunas están salvando decenas de vidas en plena quinta ola de contagios en Canarias. El objetivo desde el principio ha sido llegar al 70%, algo que, a este ritmo, se podría cosechar a finales de agosto. Pero las nuevas variantes, mucho más transmisibles, han elevado el listón y ahora hará falta entre un 80 y un 90%, según los expertos. Sobre si eso se consigue o no es una pregunta que se responderá con el tiempo. Aunque tampoco implicará gran cosa porque, pese a que en Canarias ya exista la inmunidad de grupo, habrá decenas de países en todo el mundo donde el virus siga campando a sus anchas por la falta de dosis. 

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