La pirámide poblacional en Canarias ralentiza (por ahora) el ritmo de vacunación en las Islas

Inoculación de las primeras vacunas de Jansen en Canarias. Foto: GOBIERNO DE CANARIAS

Toni Ferrera

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Canarias avanza más despacio que el resto de comunidades en el plan de vacunación. En el Archipiélago han recibido al menos una dosis alrededor de 890.000 personas, lo que sale a poco más de 33.000 inmunizados por cada 100.000 habitantes, lejos del promedio estatal situado cerca de 43.000 y Asturias, la autonomía que lidera todos los rankings, por encima de 55.000.

Hay otros datos que manifiestan el caminar más lento de las Islas. Es la segunda comunidad autónoma que menos ha vacunado a los mayores de 60 años (39%, por 43,9% de media estatal), la que peor va con los que tienen entre 70-79 (89,2%, por 94,1%), 50-59 (14,4%, por 20,5%) y 25-49 (9.2%, por 12%), y es la única, junto con Asturias, que no ha inyectado al menos una dosis a todos los mayores de 80 (98,7%).

Las dos curvas de la vacunación en las Islas muestran tendencias similares. Desde enero hasta marzo costó coger ritmo por la falta de suministros y experiencia en la inoculación masiva, pero a partir de entonces los registros se han multiplicado. El Archipiélago ha pasado de haber inyectado 6.000 dosis por cada 100.000 habitantes a finales de febrero, a 30.000 a principios de mayo. O lo que es lo mismo: saltar de una media de 3.167 pinchazos diarios en enero, a 8.500 en abril. Se han batido récords de inyecciones casi cada semana. Pero en clave nacional, es una certeza que Canarias está algo más rezagada que el resto de regiones. 

La primera respuesta está en el número de dosis recibidas. Cerca de 900.000 vacunas han llegado al territorio canario desde que comenzó la campaña, un número muy inferior si lo comparamos con Castilla y León, por ejemplo, que contabiliza prácticamente la misma densidad poblacional que las Islas (alrededor de 2,3 millones de personas) pero ha percibido una mayor cuota de dosis, 1.514.715.

Esto no se debe a ninguna discriminación o preferencia del Estado. Es una decisión que se toma en base a la población diana. Castilla y León necesita vacunar a 787.642 mayores de 60 años, mientras que Canarias 479.859, por eso la primera ha recibido más dosis que la segunda.

Los informes del Ministerio de Sanidad permiten hacer una comparación por grupos poblaciones. Siguiendo el ejemplo de Canarias y Castilla y León (y añadiendo al País Vasco, con 2.220.000 habitantes), vemos que en las primeras cuatro franjas de edad, las que van desde los 80 hasta los 50, la comunidad castellanoleonesa siempre tendrá que vacunar más que el Archipiélago, de ahí que cuente con un mayor porcentaje de inmunizados hasta el momento (19,04%). No será hasta que las Islas inicien el plan de pinchazos a los menores de 50 cuando la balanza se equilibre.

También podemos saber la velocidad con la que vacuna Canarias gracias al porcentaje de dosis que aprovecha. Y ahí vemos que existe cierto desacople con respecto al resto de autonomías. Del 95,9% de Navarra, al 95,7% de Galicia, 94,8% de Asturias y 86,4% del Archipiélago, solo por encima de Murcia.

El portavoz del Gobierno regional, Julio Pérez, restó valor a esto, aseguró que “el único límite” está en las vacunas recibidas y se refirió a la clasificación del reparto de las mismas como una tabla “compleja”. “Los factores que determinan la posición en la que está cada comunidad dependen de la naturaleza de su población, el tamaño, las edades y cómo se reciben las vacunas”.

Pérez se apoyó en la fecha de la llegada de vacunas como una causa que varía la posición de Canarias en el listado de administración. Dijo que, al llegar las dosis los lunes, es normal ver al Archipiélago al comienzo de la semana en una casilla y al final en otra. Por eso, en el Ejecutivo no hay preocupación por la rapidez en la que se desarrolla la campaña de inmunización contra la COVID-19.

Podemos analizar cómo ha ido variando el trabajo de Canarias en la administración de los sueros contra el virus. Empezó muy bien, por encima de la media estatal, superando la distribución del 100% de las vacunas recibidas (porque aprovecha seis viales y no cinco, como venía estipulado en un principio). A lo largo de estos meses el ritmo ha sido muy parecido al del conjunto del país. Y solo en los últimos días vemos una pequeña distancia entre ambas tendencias.

¿Es esto preocupante? Según Pérez, la meta de alcanzar la inmunidad de rebaño en el verano sigue siendo plausible. “Nuestro objetivo es el mismo, el de llegar a 30.000 vacunas diarias. Y nuestro propósito es alcanzar en algún momento del verano la inmunidad colectiva. No hay ningún argumento para renunciar a eso”, agregó. El presidente canario, Ángel Víctor Torres, también prevé que a finales de junio esté vacunada el 60% de la población canaria.

La única forma de averiguar si una pequeña ralentización en el plan de vacunación del Archipiélago está alterando los datos de COVID-19 es acudir a la cifra de fallecidos de los dos grupos poblaciones que han recibido al menos una dosis, el de los mayores de 80 (casi al completo en las Islas) y el de los usuarios y trabajadores de residencias. En España, las muertes se han reducido un 87% y un 98% respectivamente si comparamos las cifras de decesos de enero con las de abril. En las Islas, los valores son del 60% y el 100%. 

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