Óscar Camps, fundador de Open Arms, en el Parlamento canario: “Si los derechos humanos no se respetan en el mar, dejan de ser universales”
El fundador y director de Open Arms, Óscar Camps, defendió este viernes en el Parlamento de Canarias que el archipiélago puede convertirse en el lugar donde Europa recupere su sentido original: “la defensa de la vida, la dignidad y los derechos humanos por encima de cualquier frontera”.
Durante su intervención ante la Comisión de Asuntos Europeos y Acción Exterior, Camps criticó con dureza la actual política europea hacia África, basada “en la explotación de sus recursos, la externalización de fronteras mediante acuerdos con élites corruptas y la pasividad ante las muertes en el mar que esa estrategia provoca”.
El director de Open Arms insistió en que mientras no haya estabilidad, empleo, derechos y futuro en los países de origen, la migración “seguirá siendo mortal”. A su juicio, la única salida sostenible pasa por reforzar las sociedades africanas, un objetivo que Europa no termina de asumir “mientras en lugares como Canarias se libra una batalla mortal”.
Camps reiteró ante los diputados que el archipiélago tiene la posibilidad de ser el escenario donde Europa recupere sus valores fundacionales. “Esa es la Europa que necesitamos y la que desde Canarias deben exigir”, subrayó.
Los portavoces parlamentarios agradecieron la comparecencia y la labor humanitaria de Open Arms e incluso realizaron preguntas específicas para mejorar en determinados ámbitos de actuación, como hizo Raúl Acosta Armas, del Grupo Mixto, con la excepción de la representante de Vox, Paula Jover, quien instó a la ONG a cesar sus operaciones de rescate “si no quieren volver a oír” la amenaza de que su barco sea confiscado y hundido, en alusión a unas declaraciones previas del líder de su partido, Santiago Abascal. La diputada mostró al activista imágenes hechas con IA que se muestran el los barcos de Open Arms en las acciones de concienciación para ejemplificar que cualquier persona, incluso las que se oponen a este tipo de rescates en el mar, merece ser salvada.
Camps respondió señalando que el único odio que recibe su organización procede de la extrema derecha europea, y recordó que Canarias refleja con crudeza la distancia entre lo que Europa dice ser, aquella promesa que un día fue Europa, y lo que realmente hace cuando la vida humana está en riesgo.
Denunció además que la ruta atlántica, donde murieron o desaparecieron unas 10.000 personas en 2024, es “el síntoma más claro del colapso humanitario europeo”. “Cuando Europa cierra una puerta, la necesidad de huir no desaparece; solo se traslada a una ruta más larga, más cara y más mortal”, afirmó, advirtiendo que “lo que mata no es el mar, sino la falta de alternativas, una decisión política europea”.
Según Camps, la política migratoria de la UE se apoya en tres pilares; la externalización de fronteras, mediante acuerdos millonarios y opacos con terceros países sin control sobre los derechos humanos, lo que supone “delegar la responsabilidad moral y mirar hacia otro lado”; la escasa inversión en rescate y vigilancia humanitaria, ya que “Europa invierte más en impedir que salgan que en evitar que mueran”; y la criminalización de las ONG, que definió no como la causa del problema, sino “el síntoma del vacío operativo y moral que los gobiernos rehúyen asumir”.
Camps pidió “mirar más allá del mar y de las fronteras”, recordando que las personas no cruzan el Atlántico porque haya informes europeos o barcos de rescate, sino porque sus países “se desertifican, sus economías colapsan, sus gobiernos se desintegran y sus vidas valen menos que un pasaporte”.
Denunció también que África no es un continente pobre, sino empobrecido por guerras por recursos, conflictos externos, crisis climática y falta de inversión en educación, salud e infraestructuras. Por ello, reclamó una cooperación internacional seria, capaz de ofrecer seguridad, derechos y oportunidades para evitar que miles de jóvenes se vean obligados a arriesgar la vida en el Atlántico o el Mediterráneo.
0