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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

Un gráfico para entender cómo las vacunas están salvando decenas de vidas en plena ola de contagios en Canarias

Los detalles del gráfico están abajo

Toni Ferrera

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Los contagios de coronavirus en Canarias marcan récord día tras día, pero las cifras de defunciones se mantienen estables. Solo este mes de julio, hasta el día 18, se han reportado 8.673 casos, una ratio de 3,86 por cada 1.000 habitantes, el valor más alto de toda la pandemia. La buena noticia es que los altos niveles de incidencia, sobre todo en las dos islas capitalinas (530 en Tenerife y 368 en Gran Canaria) no están derivando en un aumento de los fallecimientos. Las vacunas son las culpables de esto. Y el siguiente gráfico lo demuestra.

Esta realidad se entiende mucho mejor si analizamos la evolución de la epidemia mes a mes; viendo al detalle los casos y las muertes por COVID-19. Solo hay un precedente que se asemeja a la mitad de este julio: enero de 2021. Durante esas semanas el indicador de infecciones por cada mil habitantes fue de 3,63, mientras que el dato de muertes por cada millón subió a 4,54.

De no ser por las vacunas, muchos más mayores se habrían contagiado y corresponderían en mayor porcentaje a los positivos que se están contabilizando estos días. Así, la tasa de mortalidad habría subido y el Archipiélago estaría viviendo, probablemente, su capítulo más negro de decesos a causa del virus. Es importante recordar que Canarias es la comunidad española con menos muertes por cada 100.000 habitantes.

Pero eso no está pasando. Y en pleno debate de qué indicador seguir para marcar el ritmo de la pandemia, todo apunta a que el número de fallecimientos será el más optimista gracias a la inmunización masiva de los grupos vulnerables. El de las hospitalizaciones, no obstante, no lo es tanto.

Aquí hay que ser aún más prudentes, principalmente por la tasa de hospitalización, esto es, la división entre los casos y los ingresos de la semana anterior, que no se ha reducido. ¿Es esto preocupante? Sí y no. Lo sería aún más si el virus se estuviera transmitiendo entre los mayores. Si en una semana de enero se registraban 60 contagios entre los mayores de 80, es probable que entre 25 y 30 acabaran en una cama de hospital. La clave es que ahora no se infectan 80, sino muchos menos.

No obstante, entre los jóvenes, donde la tasa de hospitalización oscila entre el 2 y el 3%, la incidencia sí es mucho mayor, y cuando antes solo ingresaban en centros hospitalarios dos o tres por cada 100 casos, ahora lo hacen 20 o 30 por cada mil. Son ellos los que están protagonizando el ascenso de la presión hospitalaria en estos momentos en Canarias. Dada la tendencia actual, es muy plausible que siga creciendo la ocupación en planta y en UCI. Eso sí, dato importante: el 83% de los nuevos positivos no está vacunado, como aseguró la ministra de Sanidad, Carolina Darias.

Tampoco habría que desdeñar la cifra diaria de positivos. Por tres motivos: a mayor circulación del virus, más probabilidad de que surjan nuevas variantes; se multiplican los casos de COVID persistente, del que aún faltan muchos estudios; y no se estaría teniendo en cuenta la saturación de la Atención Primaria, encargada de hacer todo el seguimiento de los pacientes con coronavirus.

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