Condenados por agredir a tres profesores universitarios
El Juzgado de lo Penal ha impuesto una multa de 24.000 euros a los dos autores de un delito de lesiones contra el catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Maximiano Trapero, y los profesores universitarios José Manuel Calvo González y Antonio Alvarez Tejedor. La sala considera probado que cada uno de los condenados es autor de un delito de lesiones por lo que recibe una pena de 5 meses de prisión y otras dos faltas de lesiones. Pero además ambos deberán indemnizar conjunta y solidariamente a los tres profesores universitarios, de los cuales el más perjudicado fue Trapero, que percibirá 23.500 euros por tres días de hospitalización, 152 sin poder trabajar y secuelas cuyo montante se cuantifican en 10.000 euros. En el caso de Calvo González se fija una indemnización de 138 euros por cada uno de los tres días de curación y 448 para Alvarez Tejedor, más los intereses legales.
La Sala ha concedido a cada uno de los dos condenados 36 plazos mensuales de 333 euros para comenzar a pagar las indemnizaciones a lo que luego se unirá el abono de los intereses que tendrá que fijarse con posterioridad. El representante de estos catedráticos ha sido el abogado Ceferino Marrero quien durante el juicio probó que los dos jóvenes J.R. S. y A. A. G. habían sido autores de los hechos hasta el punto de que éstos anunciaron su intención de no recurrir el fallo inicial que ahora ha sido dictado.
Así se declara probado que el 31 de enero del año 2006 mientras los jóvenes se encontraban en un bar del Parque Bulevar en el centro de Santa Cruz comenzaron a increpar a los cuatro ocupantes, entre los que se encontraba también la profesora María Luisa Arnal, de la mesa contigua con expresiones tales como godos o invasores. Este hecho dio lugar a que los camareros del establecimiento les llamaran la atención, optando los acusados por abandonar el lugar.
Sin embargo, ambos puestos en común y con el fin de agredir a los profesores univesitarios, esperaron a que se levantaran de la mesa y los abordaron en la calle Santa Rosalía cuando se dirigían a un hotel cercano.
Trapero fue el que resultó peor parado, ya que recibió un puñetazo en la cara y varias patadas, por lo que quedó con varias policontusiones, fracturas y rotura del ligamento de la rodilla. Lesiones por las que tardó en curarse prácticamente medio año con rehabilitación incluida.
Calvo González padeció contusión nasal de la que se curó en tres días y Álvarez Tejedor otros dos por policontusiones. Los hechos resultaron tan claros que los propios acusados se avinieron a no presentar recurso alguno a la sentencia. Maximiano Trapero, experto en tradición oral, se había desplazado en aquellas jornadas a Tenerife para participar, junto con los otros tres profesores en un tribunal selectivo en calidad de miembro de una Comisión Nacional de Habilitación, encargada de proponer a los profesores titulares de Universidad.