Demuestran con monos la importancia histórica de la reciprocidad en las relaciones sociales
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Universidad de Emory han determinado que los monos pueden obtener ventajas de un intercambio recíproco de favores sin necesidad de llevar un registro exacto de los favores pasados. Los hallazgos de Malini Suchak, estudiante de postgrado, y el profesor Frans de Waal, profesor de Psicología de Emory, han sido publicados en 'PNAS'.
“Lo prosocial se define como una motivación para ayudar a los demás, independientemente de los beneficios que se puedan obtener a cambio”, explica Suchak, quien apunta que, en el estudio, “se utilizó una prueba de opción prosocial para estudiar si la reciprocidad directa podría promover la generosidad entre monos capuchinos marrones. Un mono estaba dispuesto a hacer un favor si había otro mono para elegir, y nos pareció que los monos se volvieron aún más prosociales si podían alternarse y ayudarse mutuamente. No se encontró ninguna evidencia de que los monos prestaran mucha atención a las elecciones pasadas, por lo que fueron prosociales independientemente de lo que otro mono había hecho anteriormente”.
Suchak y de Waal sugieren que la sincronización de las mismas acciones en alternancia crea una actitud más positiva, como ocurre cuando las personas reman juntas o trabajan por un objetivo común.
Otro hallazgo interesante es que los monos capuchinos fueron prosociales tanto con un mono conocido de su propio grupo como con un mono de un grupo social diferente.
Según de Waal, “esta investigación tiene varias implicaciones para la mejor comprensión del comportamiento humano. Primero, se observó un aumento en el comportamiento prosocial, como resultado de la reciprocidad, pero los monos no desarrollaron una contingencia entre sus propios comportamientos y sus 'socios'. Como los seres humanos, los monos capuchinos pueden haber entendido los beneficios de la reciprocidad y la utilizan para maximizar sus beneficios. En segundo lugar, los monos respondieron de manera similar en el grupo y fuera de grupo, lo cual tiene implicaciones para la opinión generalizada de que los seres humanos son únicos en su capacidad de cooperar con los extranjeros”.
Según los investigadores, los monos capuchinos son sujetos ideales para este tipo de estudio, dadas las numerosas observaciones existentes sobre su conducta prosocial y de cooperación, su sensibilidad ante los esfuerzos de otros monos en experimentos de coordinación y su comportamiento prosocial espontáneo en el ensayo de elección prosocial, en comparación con, por ejemplo, los chimpancés, que parecen ser más sensibles a las variables metodológicas.
En este estudio, los investigadores estudiaron 12 monos capuchinos marrones de dos en dos en una tarea de elección prosocial. Los monos tenían la posibilidad de elegir entre un acto egoísta que sólo los beneficiaba a ellos o una muestra prosocial que los beneficiaba a ellos mismos y a un socio. Al comparar el comportamiento de cada mono con un socio de su mismo grupo y un socio de un grupo social diferente, los investigadores examinaron la influencia de la relación de cada mono fuera del contexto experimental, sobre el comportamiento prosocial.
No hubo diferencias entre pares de un grupo y de fuera de un grupo en cualquiera de las condiciones de ensayo. Para probar el papel de la reciprocidad, los investigadores permitieron a los monos turnarse para tomar decisiones y observaron que el comportamiento prosocial aumentó considerablemente.
Los expertos también probaron si los monos podían superar su aversión a la inequidad creando una situación en la que los individuos podían ofrecerse unos a otros premios superiores, por lo que la reciprocidad se volvió una estrategia aún más atractiva. Los monos lo hicieron, pero de nuevo sin perder de vista las demás opciones. Por último, a través de una serie de condiciones de control, los investigadores establecieron que los monos estaban respondiendo a los comportamientos de sus socios, en lugar de a los beneficios entregados por ellos.
Esta investigación abre varias vías de investigación futura, incluyendo además el estudio de la aparición de la reciprocidad entre los seres humanos y la tendencia a cooperar con individuos de fuera del grupo.