Los familiares de las víctimas reclaman justicia
La Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 volverán a recordar el martes, 20 de agosto, en Barajas y en Las Palmas de Gran Canaria a las víctimas del avión de Spanair siniestrado, cinco años después del accidente en los que no han cejado en su lucha “para tener justicia y lograr que se aprenda de los errores cometidos y se corrijan”.
Así lo ha manifestado Pilar Vera, la presidenta de la Asociación, que ha recordado que este quinto aniversario se conmemora tras el archivo por parte de la Audiencia Provincial de Madrid de la causa penal abierta por el accidente, por lo que han presentado un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.
Para Vera el archivo de la causa es “un fracaso institucional demoledor”, al considerar que 154 muertos y 18 supervivientes no han sido suficientes para cambiar nada.
Pero, al margen de este revés judicial, Pilar Vera esta satisfecha por los logros del trabajo de la Asociación; principalmente por la aprobación este agosto de un Real Decreto de Asistencia a las Víctimas de una catástrofe de Aviación Civil.
“Es un triunfo después de 4 años de trabajo y cambia el marco indigno y poco respetuoso con las víctimas de una tragedia aérea”, destacó, mientras describía que el nuevo texto conmina a la compañía a tener un plan de asistencia a las víctimas, “que no existía”.
Además, el aeropuerto “tiene que hacer algo más que prestar unas salas cuando ocurre una tragedia” y las administraciones se tienen que implicar “más en la prevención y gestión de la catástrofe”.
“Cada uno de los implicados sabe lo que han de hacer y no sufren la impotencia de la improvisación, como sucedió en Barajas”, aseguró Vera, mientras agradecía el trabajo de la ministra de Fomento, Ana Pastor, para dar luz verde al texto y su “sensibilidad con las víctimas”.
También está satisfecha la Asociación de Víctimas con el documental “JK5022: Una cadena de errores”, en el que, según sus autores, quedan en evidencia los fallos que propiciaron el accidente y se pide que se aborden las reformas necesarias para conseguir que volar sea más seguro.
“Es el mejor legado. Es la expresión de lo que ocurrió aquel día y explica porqué el avión no tenía que haber volado”, resalta Vera, mientras recuerda que 5 años después del siniestro todavía hay supervivientes que tratan de recuperar su salud, “porque los efectos devastadores de una tragedia aérea duran eternamente”.
Además de criticar el archivo judicial de la causa penal, la Asociación denuncia la actitud de la aseguradora del avión y califica de “sarcasmo” que pretenda aplicar a las víctimas aéreas el mismo baremo que en las indemnizaciones por tráfico.
Como homenaje a las víctimas, la Asociación realizará varias ofrendas florales el día 20 en el aeropuerto madrileño, que estarán acompañadas de lectura de poemas, de un responso y de una rueda de prensa, antes de visitar el lugar del siniestro en un anexo a la pista 36L de Barajas, a las 14.45 horas.
A esa hora, el 20 de agosto de 2008, el “Sunbreeze”, un avión MD-82 de Spanair con matrícula EC-HFP y destino a Gran Canaria, se estrelló contra el suelo de Barajas al despegar.
En su informe final del 29 de julio de 2011, la Comisión de Investigación de Accidentes (CIAIAC) determinó que la tripulación perdió el control de la aeronave como consecuencia de la entrada en pérdida después del despegue por no haberlo configurado correctamente, al no realizar la operación de despliegue de los flaps y slaps, y, todo ello, tras una serie de fallos y omisiones.
Un informe cuestionado por el Colegio de Pilotos, el sindicato Sepla y la propia Asociación de Víctimas.