Francia ficha a los internautas piratas

La polémica ley francesa de los tres avisos, o Ley Hadopi, como es conocida popularmente, ha puesto en marcha sus mecanismos para identificar a los usuarios de Internet que descarguen material protegido con copyright.

De esta manera, los titulares de derechos de autor han comenzado a enviar decenas de miles de direcciones IP de los presuntos infractores a los proveedores de servicios de Internet (ISP), de los cuales son clientes.

Los proveedores de Internet tendrán la tarea de identificar los nombres, direcciones, correos electrónicos y números de teléfono de los presuntos infractores, es decir, sus propios clientes. En caso de no hacerlo dentro de 8 días, corren el riesgo de una multa de 1.500 euros por día por cada IP no identificada.

Bajo la nueva Ley Hadopi, los presuntos infractores de derechos de autor serán identificados por sus propios proveedores de Internet hasta tres veces, momento en el cual se informará a un juez, que revisará el caso y dictará sanciones que irán desde multas hasta la desconexión de la conexión a Internet del infractor.

Según un informe de PCINpact uno de los principales ISP confirmó que el primer lote de direcciones IP se presentó hace unos días. Este es el paso final antes de que los presuntos infractores que intercambian ficheros reciban la primera de las cartas de advertencia. El envío comenzará paulatinamente pero en cuestión de semanas se espera que este número suba a 150.000 direcciones IP por día.

Guerra entre identificadores y usuarios

Estas identificaciones, en muchas ocasiones, corren a cargo de empresas subcontratadas por los titulares de derechos de autor para cazar a los piratas.

En el país galo, la empresa Trident Media Guard ha sido la elegida por la industria del entretenimiento para supervisar e informar el intercambio de material con copyright.

La compañía es conocida mundialmente por la contaminación de las redes de intercambio de archivos como BitTorrent con datos falsos, es decir archivos cuyo nombre no coincide con su contenido y, recientemente, comenzó a perseguir a usuarios que intercambian ficheros ilegales y que no tienen enmascarada su dirección IP, método por el cual, se pueden evitar estas identificaciones.

Sin embargo, el riesgo que corren estas empresas es enfrentarse a la ira de importantes comunidades de usuarios como 4chan.

Esta misma semana, las páginas de la Motion Picture Association of America (MPAA) o la Recording Industry Association of America (RIAA) sufrieron un ataque de denegación de servicio -más conocidos como DDoS- por parte de la comunidad de 4chan.

La acción fue motivada por una declaración de una empresa de software India, Aniplex -cuya web también fue atacada-, al Sydney Morning Herald. Esta compañía aseguró al periódico que la industria cinematográfica se sirve de los ataques cibernéticos en su lucha contra los sitios de descarga de películas pirata.

En concreto, Aniplex afirmó que se había realizado una ataque DDoS contra estas páginas, motivo por el que los activistas optaron por emplear el mismo método para su revancha, es decir, saturar los puertos con flujo de información haciendo así que el servidor se sobrecargue y no pueda atender a las peticiones de los usuarios legítimos.

La ley Hadopi incrementa la pirateríaley Hadopi

Según un estudio de la Universidad de Rennes, se puede observar una ligera reducción en el uso de las redes P2P como eMule o BitTorrent, si bien se han visto beneficiadas otros métodos de descargas como el streaming o las páginas de almacenamiento de archivos como Megaupload o Rapidshare.

“El número de piratas digitales ha aumentado ligeramente desde la aprobación de la Ley Hadopi”, ésta es la principal conclusión del informe. Así, únicamente el 15% de los internautas que utilizaban las redes P2P antes de su puesta en marcha, han dejado definitivamente de hacerlo después.

Pero la transición a otros métodos de descargas ilegales se ha completado, puesto que tan sólo un tercio de estos usuarios han renunciado a “cualquier tipo de piratería digital”. Como ya se ha reseñado antes, el streaming y almacenamiento de archivo se han visto beneficiados, recibiendo al resto de usuarios.

De los internautas que siguen descargando de las redes P2P, el 25% manifiestan haber cambiado sus prácticas de piratería desde la aprobación de la Ley Hadopi. Por su parte, los piratas digitales consideran ser, en la mitad de los casos, compradores digitales.

El estudio alerta de que cortar la conexión a Internet de los usuarios de redes P2P podría reducir potencialmente un 27% el tamaño del mercado de los contenidos culturales digitales.

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