Del “yo que te ha hecho” al “what do you say”, Manolo Vieira en diez chistes
La biografía de Manolo Viera de podría redactar con sus monólogos. Durante sus más 40 años sobre los escenarios narró incontables historias de su infancia o de sus comienzos en la comedia. Cuando era pequeño, su madre ya le decía “tú naciste pa’esto, mi niño”, con voz afectada. Se crió en el barrio de la Isleta, en un contexto humilde. En sus “Recuerdos de la infancia”, reconocía que durante su juventud no le gustaba estudiar. “Yo suspendía siempre, una vez aprobé y mi madre me hizo devolver las notas”, contaba.
Trabajaba por las mañana como ejecutivo y durante las tardes, desde 1981, en el bar que le marcó su camino. Servía copas y contaba chistes hasta que el dueño le dijo que su subiera al escenario. Y de ahí no se bajó. Tuvo éxito y abrió su propia sala, su eterna Chistera, donde ha contado innumerables historias basadas en la cotidianidad. Una visita al hipermercado o el miedo a viajar en avión le servía como inspiración para hacer reír. Pero sin duda, su capacidad se retratar a la sociedad canaria le granjeó el cariño de la tierra que llora que se haya ido después de la última.
Personajes como Carmelito, Maruquita, Fefa, Alersi. Pancho o Mamé le servían como hilo conductor para retratar los cambios de una sociedad que había pasado del sector primario al turismo sin ninguna transición, explicar lo que significaba añurgarse o solajero, recordar que el léxico canario bebe de muchas palabras inglesas, como cambuyón o alongarse. o simplemente para hacer entender a los peninsulares nuestras singularidades. En esta recopilación se citan solo diez chistes del extenso repertorio que repitió Manolo Vieira en sus show de la Chistera o en los teatros de fin de año que emitía la televisión pública, y que ahora serán eternos.
Recuerdos de infancia
Con sus historias en primera persona de su niñez, también hablaba de sus padres o los cambios en la educación, de lápices que se partían por la mitad, una punta para un hermano y la goma de borrar para el otro, a la game boy o aprender matemáticas con garbanzos.
Mi primera comunión
Lo contaba en primera persona, pero podría haber sido la de cualquier niño canario. La primera comunión que narraba Manolo Vieira, de “la época en la que Salomé ganó Eurovisión”, eran los zapatos feos de marca Segarra que le apretaban, las estampitas o la ropa de marinerito.
Carmelita y Maruquita “Sale distinto”
Carmelita y Maruquita habían ido a Agaete de luna de miel y en la primera noche, mientras ella esperaba en el hospedaje, él se quedó jugando una partida de cartas, al Envite.
What do you say
Carmelita y Maruquita se ganaron un viaje a Nueva York. Allí, veían que todo lo había hecho un tal What do you say.
“Yo que te ha hecho”
Un combate de entrenamiento en boxeo entre un campeón y un sparring en el barrio de La Isleta se convertía en uno de sus monólogos más conocidos gracias a su “¿yo que te ha hecho?”.
El fumado
Otro de los personajes que Manolo Vieira caricaturizaba en sus monólogos, que se cansaba de tener que ir a trabajar sin siquiera haber empezado.
Hipermercado
Una visita al hipermercado le servía para poner en valor la cercanía tiendas de barrio frente a la frialdad de las grandes superficies de alimentación.
Viajar en avión
En sus actuaciones, confesaba el pánico que tenía a viajar en avión. “Lo contaba entre amigos y se reían, lo cuento en el escenario y siguen ríéndose”, justificaba.
Salida al campo
Manolo Vieira retrató los asaderos en el campo de cualquier canario con todo lujo de detalles.
Peninsulares
Manolo Vieira actuó en numerosas ocasiones en la Península, donde explicaba las expresiones canarias o las peculiaridades de las islas.
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