El novio de la joven muerta en Tenerife declara incoherencias
El novio de la joven británica de 28 años que apareció muerta el 24 de diciembre en el sur de Tenerife pasó este viernes a disposición judicial y se prevé que la misma noche o este sábado podría ingresar en prisión, informaron a Efe fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias. La Policía ha detectado incoherencias en su declaración.
El joven, también de nacionalidad británica, prestó declaración en el juzgado número 7 de Arona, añadieron las fuentes.
Ambos jóvenes residían habitualmente en el sur de Tenerife aunque no convivían, y la muchacha, Lisa M., telefoneó a las 03.00 horas del miércoles a su novio y le pidió que fuera a verla porque “se encontraba mal”, según declaró éste a la Policía, informaron las mismas fuentes.
Hasta la urbanización Palo Blanco de Playa de las Américas, en el municipio tinerfeño de Adeje, se dirigió entonces el novio de Lisa, con quien, por motivos que se desconocen, sostuvo una fuerte pelea que llevó a uno de sus vecinos a llamar al 091 para alertar de lo que estaba ocurriendo en el interior de la vivienda.
Cuando la Policía llegó al domicilio de Lisa M. la encontró en parada cardiorrespiratoria, con muchos hematomas y rodeada de un charco de sangre.
Los servicios médicos desplazados al lugar trataron de reanimarla y la trasladaron en estado crítico hasta el hospital Hospiten Sur, donde finalmente falleció a las 13.00 horas.
Tanto los médicos que trataron de salvar la vida de la joven británica, como el forense que examino luego su cadáver han destacado que en su cuerpo hay indicios de maltrato, algo que determinará con mayor precisión la autopsia.
La detención del novio de Lisa M. se ha practicado por las numerosas “incoherencias” que cometió cuando fue interrogado por la Policía, por los objetos encontrados en la casa de la víctima -entre ellos un bate de béisbol ensangrentado- y las señales de pelea que había en varias habitaciones, además de por los indicios de malos tratos detectados en el cuerpo de la fallecida.
