Opositores con las maletas preparadas
María Herrera y Cristina Torres tienen decidido hacer las maletas para trasladarse a Andalucía el próximo verano. La supresión de la convocatoria de oposiciones de maestro en enseñanza primaria en Canarias les ha forzado a emprender el viaje en busca de una oportunidad laboral en el sector público.
María, una palmera de 27 años y residente en Tenerife, ya optó a una plaza por la especialidad de Educación Física en el proceso selectivo de 2009 en las Islas, un año después de finalizar la carrera. Aprobó, pero la falta de experiencia laboral lastró sus posibilidades al no obtener puntuación por méritos. En 2010 logró entrar en la bolsa de sustituciones, aunque por detrás de todos los que habían trabajado.
Cristina tiene 22 años, es grancanaria, y le faltan tres asignaturas para terminar su segunda carrera, Psicopedagogía. Tras acabar Magisterio en Primaria en 2009, fijó su horizonte en las oposiciones de 2011, propósito para el que incluso trató de comprimir en un año y medio sus segundos estudios universitarios. Tras muchas dudas y el empujón familiar, Cristina probará fortuna en tierras andaluzas.
Las dos docentes canarias afrontan esta nueva aventura con resignación. “No es mi ilusión, me supone dejar mi vida aqui, mi trabajo, pero puedo hacerlo, mi abuelo se fue más lejos”, comenta María, que ha aprovechado los dos últimos años para engrosar la puntuación de méritos con una beca de tres meses en Canadá, un experto universitario por la UNED y varios cursos, tarea que ha simultaneado con trabajos esporádicos de animación abonados “en negro”.
Cristina relata que su decisión fue meditada y consensuada con su entorno más cercano. “Me pensé mucho si irme o no irme, no lo tenía claro, pero no pierdo nada, es una experiencia y una nueva oportunidad. Si el año que viene no salen, tendré que esperar hasta 2013 y no voy a estar parada dos o tres años”, dice.
Para la preparación del concurso oposición, María destina metódicamente ocho horas al día. “En enero, pedí en el trabajo que no me llamaran hasta junio o julio, para centrarme sólo en las oposiciones. Te implica muchísimo tiempo, es un trabajo no remunerado”, asevera la palmera, que se define como “autodidacta” y que sobrevive “con los ahorros” de anteriores trabajos. “Estoy justa de dinero, pero espero llegar. Si no, tendré que pedir ayuda, aunque no quiero”.
El de Cristina es un caso distinto. Desde septiembre de 2010 hasta el anuncio de la eliminación de la convocatoria, se estuvo formando de manera intensiva con una preparadora, lo que le generaba unos gastos de aproximadamente 100 euros mensuales.
Ahora se ha apuntado a una academia andaluza que le ofrece la posibilidad de estudiar a distancia. Su matrícula ha rondado los 300 euros. “De momento, intento pedir ayuda a mis padres y gastar lo menos posible. Sólo he trabajado un par de meses en un colegio privado, pero la experiencia me encantó”, cuenta Cristina, que afirma que su madre, también maestra, le ha transmitido el “gusanillo” de la enseñanza.
Para María, las razones que arguye la Consejería de Educación para justificar la supresión de la convocatoria “no son reales”. Milagros Luis Brito basa la decisión en que el Gobierno central ha fijado “una paralización” del empleo público. “Ese recorte no tiene que ser en Educación, Andalucía ha destinado el 100% de la oferta a Educación, pero los recortes en Canarias siempre se producen en este área y en Sanidad”, critica la palmera, quien echa en falta una mayor movilización de los sindicatos.
Por su parte, Cristina no entiende que Canarias no convoque plazas cuando tiene “una tasa elevadísima” de interinos. La docente grancanaria, sin embargo, no pierde la esperanza de ejercer en el Archipiélago. “Quiero volver, mi objetivo es sacar la plaza, estar dos, tres o cuatro años en Andalucía y después pedir el traslado aquí”.
Andalucia-Canarias
El mismo trayecto que emprenderán María y Cristina, pero a la inversa, lo realizó hace aproximadamente tres años Jorge Sánchez, un malagueño de 51 años. Licenciado en Química, embarcó hacia Canarias tras una vida profesional dedicada al sector en distintos puntos de la geografía andaluza, ocupando incluso puestos de máxima responsabilidad en laboratorios.
Una reestructuración industrial le dejó en el paro en 2007, momento que aprovechó para involucrarse de lleno en su “vocación frustrada”: la Educación. Jorge espera presentarse a las que serían sus terceras oposiciones para Secundaria en 2012, en el caso de que se convoquen. En 2010, quedó sin plaza pese a haber obtenido la segunda máxima puntuación en su especialidad. Dos años antes, había logrado el noveno puesto.
“Por un lado, al no tener experiencia docente, no logré entrar en las listas. Después, por el famoso protocolo, tendría que esperar hasta el curso 2011-2012 para entrar detrás del último sustituto que hubiera trabajado”. Finalmente, ingresó en la bolsa de sustituciones en 2010 gracias a una medida excepcional adoptada por la Consejería con aquellos opositores que, habiendo aprobado, se habían quedado sin plaza.
“Aún mantengo una gran esperanza, me encanta Canarias y no tengo inconvenientes en volver allí”, señala Jorge, quien reconoce que este año “no hay posibilidades de trabajar”.