Peregrinos españoles hablan de “impersionante” subida a los altares
ROMA, 2 (de la enviada especial de Europa Press Laura Ramírez)
Peregrinos españoles que se han congregado en la primera misa celebrada en honor al nuevo beato Juan Pablo II consideran que esta beatificación ha sido, entre otros adjetivos, “multitudinaria, emocionante e impresionante” y animan a los jóvenes a aprender de “su entrega y esfuerzo en un mundo en que no se valoran”.
En este sentido, uno de los asistentes a la misa de agradecimiento, Ignacio Bel, que se encontraba de pie en la Plaza de San Pedro siguiendo la eucaristía, ha destacado, en declaraciones a Europa Press, que los jóvenes españoles deberían tomar ejemplo del “sacrificio y esfuerzo” del Papa polaco en un mundo en el que“, a su juicio, ”estas cosas no se valoran demasiado“.
Ignacio y su esposa, Carmen Lizarraga, procedentes de Madrid, aún no han podido venerar el féretro de Juan Pablo II debido a la interminable cola que se formó tras la celebración de este domingo, pero aseguran que este lunes intentarán pasar a la Basílica “haya que esperar lo que haya que esperar porque compensa”. Además, ha indicado que en el acto de beatificación sintieron “una profunda emoción y agradecimiento”. “Es una persona santa que ha dedicado su vida a la Iglesia y a cada uno de nosotros y, por tanto, merecía todo nuestro esfuerzo para venir y estar acompañándole”, ha señalado.
Por su parte, el español José María Bermejo, que ha tenido la suerte de colocarse en uno de los 40.000 asientos dispuestos por la organización para los actos de beatificación, relata que esta beatificación, a su juicio, “la más multitudinaria de la historia”, “un espectáculo de universalidad” así como “de importancia” para los españoles, ya que, según ha indicado, “el Santo Padre tenía gran influencia sobre ellos, tanto creyentes como no creyentes”. Aunque ni él ni sus seis familiares han podido entrar aún a la Basílica para venerar el cuerpo de Juan Pablo II, esperan poder hacerlo este lunes antes de coger el avión.
Mientras tanto, Luis Manuel y Cecilia han seguido le eucaristía de pie desde la Plaza de San Pedro con “gran emoción” pues, según explican, son “como los Wojtila boys” ya que eran jóvenes cuando eligieron Papa a Juan Pablo II, un Pontífice que, según ha subrayado Luis Manuel, tenía “un gran sentido del humor, un sentido del buen gobierno descomunal, extraordinaria inteligencia, y una prudencia extraordinaria, para decir las verdades con una fuerza increíble”. Asimismo, su mujer, Cecilia, ha remarcado “la comprensión, cariño y humanidad sobrenatural” del beato.
En cualquier caso, Luis Manuel ha admitido que el acto de beatificación de este domingo “desbordó” la organización prevista dado el gran número de asistentes que alcanzaron el millón, según indicaron este domingo la Prefectura de Roma y el Vaticano y ha apuntado que “podría haber entrado más gente en la Plaza”.
“SILENCIO Y ORACIÓN” EN LA BASÍLICA
También se encontraban en San Pedro dos amigas de Madrid y Pamplona que han sido de las españolas que sí han conseguido pasar a venerar el féretro de Juan Pablo II esta pasada noche, entre los 250.000 peregrinos que ya lo han hecho, según ha confirmado este lunes el Cuerpo de la Gendarmería Vaticana, después de esperar durante tres horas la cola que llegaba hasta la Via de la Conciliazione.
“Dentro había mucha gente rezando, un silencio impresionante”, ha señalado una de ellas, Elika, al tiempo que ha subrayado que “pasar por delante de los restos del beato era impresionante”. “Sentí un gran agradecimiento porque le tengo mucha devoción, incluso durante su vida recurrí a él y me hacía muchos favores así que ahora más”, ha declarado sonriente. De hecho, ha relatado que el acto de beatificación fue “impresionante” a pesar de que estaban tan lejos que no pudieron ver nada ni siquiera por una pantalla.