Canarias necesitará hasta 4.500 profesores más para mantener todas las clases presenciales, según La Plataforma por el 5% para Eduación

La Plataforma por el 5% para Educación ha advertido que un curso totalmente presencial requiere entre 3.500 y 4.500 profesores más en Canarias y considera imprescindible reforzar “significativamente” el servicio público educativo para proteger el derecho a la educación de los más vulnerables mientras dure la pandemia.

La Plataforma considera que el próximo curso 2020-2021 “debe ser tratado como un curso excepcional y que las urgencias planteadas por la crisis de la COVID-19 y su impacto sobre la Educación no deben llevar a descuidar los retos educativos de Canarias ni el abordaje de los problemas heredados que vienen lastrando su desarrollo”.

Por eso, reitera que sigue siendo urgente ocuparse de la creciente brecha educativa que separa a Canarias del resto de comunidades autónomas, del déficit de plantillas, de la “paupérrima” oferta de Educación Infantil de 0-3 años, del abandono escolar o de la financiación insuficiente.

Tal y como señala la Plataforma, “el derecho a la educación durante el confinamiento ha sufrido un daño relevante que es preciso compensar. Mientras duren las condiciones de esta pandemia, que obliga a restricciones (distancia, tamaño de grupos, etcétera), es imprescindible reforzar significativamente el servicio público educativo para proteger el derecho a la educación de los más vulnerables”.

El Ministerio de Educación y Formación Profesional señala que el alumnado debe contar con una separación de al menos 1,5 metros entre personas y que en Educación Infantil y 1º y 2º de Educación Primaria sería preferible optar por establecer grupos estables de convivencia idealmente con un máximo de 15 alumnos, y hasta un máximo de 20 si fuera necesario.

Por ello, basándose en estas recomendaciones y en sus propios estudios, desde la Plataforma realizan una serie de propuestas, entre ellas, planificar el curso 2020-2021 sobre la base de la presencialidad, la seguridad y la salud.

Esta planificación, según detalla la Plataforma, supone presencialidad completa, con horario completo según etapas; calendario completo, con comienzo de clase en las fechas habituales de septiembre, y atender a todos los colectivos, desde Infantil hasta Bachillerato y FP, incluyendo las enseñanzas de régimen especial y la educación de adultos.

A su vez, implica la reducción del tamaño de los grupos e incremento de plantillas. Así, para mantener la distancia de 1,5 metros entre alumnos requerirá de 3º de Primaria en adelante de 3.000 a 3.500 docentes más y para reducir los grupos de Infantil hasta 2º de Primaria a 20 alumnos por aula requerirá un incremento adicional de plantillas de 500 a 1.000 docentes, según señala la Plataforma. Asimismo, para paliar las pérdidas educativas durante esta pandemia ven necesario mantener ratios reducidas.

En cuanto a seguridad y salud, proponen Seguir las condiciones y los protocolos de las autoridades sanitarias y establecer planes de contingencia según escenarios.

Una segunda propuesta sería acelerar los procesos de mejora de la educación canaria para reducir la brecha educativa que la separa del resto de comunidades autónomas. Esto implica la implantación acelerada del ciclo 0-3 años de Educación Infantil, priorizando la atención a los barrios y núcleos de Canarias con carencias económicas y formativas.

También la recuperación de la senda de reducción del abandono escolar temprano existente hasta 2017; incrementar las plantillas docentes hasta equipararlas con la media del Estado.

En tercer lugar, la Plafatorma por 5% para Educación plantea garantizar la financiación necesaria para desarrollar las iniciativas propuestas y los desarrollos de la Ley Canaria de Educación.

En este sentido, apunta que todavía se está por debajo de la financiación prevista en la Ley Canaria de Educación. “Si se hubiera cumplido estrictamente la LCE, en 2020 el presupuesto consolidado de Educación debería haber alcanzado el 4,7% del PIB; sin embargo, en la actualidad el presupuesto representa un 3,84% del PIB.

Persisten incumplimientos de los desarrollos previstos en la Ley: hasta la fecha no se han publicado ni el Mapa de la Educación Infantil ni el Plan para su Implantación“, crtican desde la Plataforma.

Añaden que antes de esta crisis la situación educativa de Canarias se caracterizaba por su desventaja, mejora ralentizada y desigualdad creciente. “La crisis de la COVID-19 no ha hecho más que acrecentar estos problemas y profundizar las brechas internas entre el alumnado canario. Una respuesta valiente y generosa ante los retos planteados a nuestra educación se puede convertir en la esperada oportunidad, en la palanca poderosa sobre la que asentar el futuro de la infancia y la juventud canaria”, concluye el colectivo.