El Rectorado de La Laguna niega la utilización del Consejo de Estudiantes
La creación del Consejo de Estudiantes ha sido criticada por el grupo claustral AMEC, al entender que la presidencia del consejo no debe recaer en el rector del centro académico, como así sucede. Sin embargo, el rectorado niega la presunta instrumentalización del Consejo de Estudiantes, según informa una nota de prensa.
El Consejo de Gobierno de la Universidad de La Laguna aprobó el pasado 20 de diciembre, por 25 votos a favor, 4 en contra y 6 abstenciones, el documento que regula el funcionamiento del Consejo de Estudiantes, un órgano con el que se pretende fomentar la participación del alumnado en la vida universitaria.
Se trata, en opinión del rector, Eduardo Doménech, “de una iniciativa que no persigue otorgar al rector ninguna situación de privilegio”, sino que pretende una vía de comunicación directa entre el alumnado y el máximo representante de la institución académica.
Dicha presidencia debe entenderse como una prerrogativa de la que disfrutan nuestros alumnos, quienes, a través de los miembros que lo constituyen, pueden dirigir sus demandas y reclamaciones directamente al máximo mandatario de la ULL.
El rector recuerda además que este órgano no ha sido impuesto, tal y como señalan los estudiantes de AMEC sino que ha sido ampliamente refrendado por el órgano de gobierno de la universidad, en el cual también tienen participación los estudiantes, que votaron mayoritariamente a favor de esta iniciativa.
Previa a su presentación ante el Consejo de Gobierno, el borrador inicial fue debatido con los grupos claustrales de alumnos, quienes hicieron varias sugerencias al texto que fueron incluidas por la proponente, la vicerrectora de Alumnado, Juana María Rodríguez.
A ninguna de estas sesiones acudió AMEC, “lo cual contrasta con las críticas que realiza respecto al déficit participativo, que, de ninguna manera, ha existido”.
El objetivo primordial del Consejo de Estudiantes es promover la participación estudiantil en la vida universitaria, muy mermada en los últimos tiempos, tal y como parece desprenderse, entre otros signos, por la escasísima concurrencia de este colectivo a los comicios electorales universitarios.
Por tanto, en este órgano no estarán presentes sólo los representantes de los grupos claustrales de alumnos, sino también aquellos otros que formen parte de las delegaciones de alumnos de las facultades y escuelas universitarias.
Es también pretensión del rectorado que este órgano no se vea abocado a emular el debate político de mayorías de uno u otro signo ideológico, sino que sea un órgano más abierto que responda a las distintas sensibilidades existentes en la universidad, en donde se promueva el debate y la diversidad de opciones.
Tampoco la reglamentación del Consejo de Estudiantes cierra la posibilidad de que existan otros foros de debate del alumnado ni otras fórmulas de participación en la vida universitaria, que serán debidamente puestas en marcha cuando así proceda, concluye el rector.