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Roban material vulcanológico en La Palma

El Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), organismo dependiente del Cabildo de Tenerife, ha denunciado el robo de instrumentación científica de una de las estaciones geoquímicas permanentes existentes en La Palma desde enero del 2000 y que está destinada a la vigilancia del volcán Cumbre Vieja.

Esta estación geoquímica realizaba un registro en modo continuo de la emisión de gases volcánicos no visibles al ojo humano durante estos últimos 12 años, emisión difusa de dióxido de carbono (CO2), un importante parámetro para la vigilancia volcánica. Asimismo, se localizaba en el flanco noroeste del Pico Birigoyo y su coste económico es de unos 35.000 euros.

La monitorización de la emisión difusa de dióxido de carbono (CO2), tanto en modo continuo --a través de estaciones geoquímicas como la robada en La Palma-- como en modo no continuo --a través de campañas científicas periódicas como las que realiza el grupo volcanológico del ITER anualmente en el volcán Cumbre Vieja-- son de una gran utilidad para la vigilancia volcánica. Son varias las razones que sustentan esta importancia y entre ellas se podrían destacar las siguientes: los gases son la fuerza motriz de las erupciones volcánicas; el dióxido de carbono (CO2) es el segundo componente mayoritario de los gases volcánicos después del vapor de agua, y el dióxido de carbono (CO2) es muy poco soluble en los fundidos silicitados --magma-- favoreciendo que este gas se escape con su facilidad de los sistemas volcánicos en profundidad. La combinación de todos estos factores hace que las variaciones significativas de emisión difusa del dióxido de carbono (CO2) en muchos sistemas volcánicos sea una de las primeras señales de alerta temprana sobre cambios de la actividad volcánica.

Para el director del Área de Medio Ambiente del ITER, Nemesio Pérez, “este acto vandálico, así como la no renovación del convenio con el Cabildo Insular de La Palma para la vigilancia volcánica de Cumbre Vieja pone en peligro el programa de vigilancia volcánica que el grupo volcanológico del ITER lleva realizando en La Palma durante los últimos 15 años”. Sin embargo desde el ITER se expresa el agradecimiento “por el apoyo que la inmensa mayoría de la sociedad palmera ha dado a este proyecto de 15 años de antigüedad, desde la cesión de espacios para emplazar los equipos, hasta las facilidades para obtención de permisos y operaciones logísticas”.

Pérez ha querido hacer un llamamiento a los causantes de este daño para que puedan devolver esta instrumentación destinada a la vigilancia del volcán Cumbre Vieja; el volcán más activo de Canarias.

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