Rouco Varela compara los ataque mediáticos al Papa con la persecución sufrida por San Pedro
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El cardenal-arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, comparó este domingo los “ataque mediáticos” contra Benedicto XVI con la persecución sufrida por San Pedro, en un artículo publicado en 'Abc' coincidiendo con el quinto aniversario de la elección de Joseph Ratzinger como Papa.
De esta forma, Rouco Varela criticaba la “virulenta dialéctica, insultante y difamatoria” contra Benedicto XVI. “Se repite --según el cardenal-arzobispo de Madrid-- una vez más la historia: 'Pedro' es perseguido; la comunidad universal de los fieles permanece perseverante y fiel en la oración a su Señor por él, sintiéndose cobijada por un amor maternal de exquisito valor: el amor de su Madre y nuestra Madre, María”.
Rouco Varela subraya que, incluso en el análisis del “complejo y gravísimo problema de la crisis financiera y económica”, el Papa ha optado por “la verdad en la caridad” ya que, añade, “tanto el método adoptado en sus enseñanzas como el estilo de su acción de gobierno pastoral responden a ese modelo supremo de la caridad de Cristo”.
El cardenal-arzobispo de Madrid elogia que el magisterio de Benedicto XVI se lleve a cabo desde la “transparencia y abundancia teológica y catequética admirables”. “Conoce la coyuntura cultural y espiritual del hombre contemporáneo: sus dudas y depresiones, su angustia existencial, su desorientación moral, su escepticismo religioso, sus miedos ante un futuro histórico después de la soterrada -o abierta- decepción sobrevenida por las crisis de los modelos de desarrollo, acusadamente materialistas y agnósticos, propuestos para ”el después“ de la caída del Muro de Berlín”, argumenta.
En este sentido, recuerda que el Papa vivió en su niñez y adolescencia el “menosprecio de los principios de la ley natural” propia de los “totalitarismos ateos”, en referencia al comunismo soviético, el fascismo y el nacionalsocialismo. Ante este menosprecio, Rouco Varela destaca que Benedicto XVI siempre se presentó como “un sencillo y humilde trabajador de la viña del Señor”.
