Morgan, la orca varada en Holanda vuelve a jugar bajo la luz en Tenerife
“Morgan”, la orca hallada agonizante en la costa holandesa en 2010, se ha recuperado en su nuevo hogar tinerfeño hasta alcanzar los 1.800 kilos de peso y juega con sus compañeras atendiendo al dispositivo luminoso que para ella han ideado sus cuidadores, pues padece sordera.
El destino de “Morgan” fue objeto de controversia después de que grupos ecologistas rechazasen su traslado a Loro Parque por considerar que lo adecuado era su devolución al mar, pero la Corte Suprema holandesa dictaminó ayer miércoles que Tenerife cuenta con las mejores instalaciones para su seguridad, explicó este jueves en rueda de prensa el responsable del departamento jurídico del zoo, Jaime Rodríguez Cíe.
El director adjunto de Loro Parque Fundación, Javier Almunia, recordó que “Morgan”, una orca hembra que luce un punto blanco bajo el ojo, varó en la costa holandesa y estuvo a punto de morir de inanición y deshidratación, por lo que fue trasladada provisionalmente a un delfinario, aunque esas instalaciones no son adecuadas para este tipo de animales.
Cuando se rescata a un animal que vive en libertad lo adecuado es devolverlo a su medio natural y en este caso se ha intentado incesantemente durante dos años buscar al grupo familiar al que pertenece “Morgan” sin obtener resultado. Para ello se ha estudiado el dialecto de estos animales, que se comunican por vía acústica, y se dedujo que “Morgan” pertenece al grupo de orcas del Atlántico norte -donde viven unos 2.000 animales de esta especie- pero se desconoce su familia de procedencia, por lo que liberarla implicaría que fuera rechazada, lo que la condenaría a morir al verse aislada.
La alternativa que se planteó entonces era que el animal fuese cuidado en cautividad o eutanasiarlo, y las autoridades holandesas contactaron con Loro Parque por su experiencia y capacidad en el cuidado de orcas. “La salud de Morgan está perfectamente garantizada”, apostilló el biólogo Javier Almunia, quien recordó que se ha integrado perfectamente en el resto de orcas que conviven en Loro Parque con sistemas rigurosos de control de la calidad del agua y de la comida que se suministra, de forma que se elimina el riesgo de que contenga patógenos.
Además Almunia recordó que tras analizar a “Morgan” en su estancia inicial en el zoológico se detectó que padecía un déficit auditivo, lo que supone “un hándicap terrible” y un problema añadido para una posible suelta en libertad, ya que no podría comunicarse para localizar al resto del grupo ni para detectar presas.
Pero esta dificultad incentivó a sus cuidadores en Loro Parque para desarrollar un dispositivo luminoso que encienden para que el animal -de unos 6 años de edad- pueda seguir sus instrucciones, ya que no puede oír el silbato. Ahora se planea instalar luces en toda la piscina que acoge al grupo de orcas de Loro Parque para que “Morgan”, que mide unos 4,20 metros, pueda captar en todo momento las instrucciones de sus cuidadores.
“A partir de las dificultades de Morgan hemos aprendido a conocer un poco más de la acústica” de las orcas y Loro Parque ha desarrollado proyectos científicos en este ámbito para estudiar los dialectos vocales, y próximamente emprenderá otro con la Universidad escocesa de Saint Andrews con el uso de un sonar específico.
El vicepresidente de Loro Parque, Christoph Kiessling, lamentó en la rueda de prensa “los sucesivos ataques infundados” y los recursos presentados por parte “de algunas organizaciones que se han basado en información falsa y malintencionada y que se autoproclaman defensores de los animales”. La decisión judicial hace “evidente” que las campañas organizadas por dichas entidades y que “sistemáticamente atacan a nuestra institución zoológica con información falsa, deshonesta y gravemente engañosa tiene como único objetivo dañar la imagen y buena reputación de uno de los parques más premiados del mundo”, añadió.
El economista y asesor de Loro Parque José Carlos Francisco precisó que esta institución ha invertido en los últimos años unos 15 millones de euros en proyectos de conservación en varias partes del mundo, en una labor de la que no hay referente en el resto de España, y reinvierte permanentemente los beneficios que obtiene en sus parques de ocio en Canarias, de forma que en 4 años proporcionará empleo a unas 2.000 personas.