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Las Pirámides de Giza por tu cuenta: guía para llegar, disfrutarlas y evitar timos

La Esfinge preside la entrada del complejo funerario de Kefrén: es uno de los iconos de las maravillas arqueológicas de Giza.

Viajar Ahora

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La próxima apertura del Gran Museo Egipcio de El Cairo va a volver a situar al país norteafricano en la mira de muchísimos viajeros. Esta magna obra de ingeniería, que se convertirá en el museo arqueológico más grande del mundo dedicado a una civilización en exclusiva, se abrirá al público en la segunda mitad del 2022. Este nuevo museo (que exhibirá más de 100.000 objetos) concentra el interés de los aficionados a la egiptología en la Meseta de Giza: en apenas unos kilómetros cuadrados, los viajeros y viajeras que se acerquen hasta este rincón a las afueras de la capital cairota podrán disfrutar del propio museo y de los monumentos del área (las pirámides de Giza, la Esfinge y la relativamente cercana Necrópolis de Saqqara). Todo en uno. Dicen que se va a mantener abierto el viejo Museo de Antigüedades Egipcias (Wasim Hasan) de la Plaza de Tahrir. Pero ya se ha confirmado, por ejemplo, que la impresionante colección Tutankhamon se trasladará a Guiza con lo que no sabemos muy bien que dejarán aquí y si valdrá la pena darse la vuelta para poco más que acentuar la nostalgia de viejos viajes El Cairo. Todo lo bueno se va a ir al nuevo museo: como el Barco Solar de Keops, que ha abandonado su instalación junto a la gran pirámide para ser una de las piezas maestras del nuevo museo. Guiza se va a convertir en el gran epicentro de la egiptología de la capital compartiendo podio con Luxor (con los grandes templos –Karnak y Luxor- y el Valle de Los Reyes), Asuán y la lejana Abu Simbel.

Lo normal cuando se visita Giza es ir con guía. Es bueno por varias razones: uno se ahorra las idas y venidas entre los diferentes monumentos subiéndose al taxi (si se contrata una excursión privada) o al autobús (si se opta por un tour en grupo); la segunda es el conocimiento que aportan este tipo de visitas con guías competentes. Por mucho que hayas leído o estudiado antes de hacer el viaje si te toca un buen guía vas a salir de Giza sabiendo muchísimas cosas interesantes y con mucha información que, de otra manera, pasaría inadvertida. Egipto se ha convertido en un destino barato. Un tour privado puede costas unos 60 euros por persona –unos 75 incluyendo Saqqara y la vieja Menfis- (incluyendo el traslado desde el hotel, paso preferencial sin colas y, en muchas ocasiones, el almuerzo). Un tour en bus cuesta unos 40 e incluye lo mismo pero sin la exclusividad de contar con un guía para pocas personas. Cuando visitamos Egipto tuvimos la enorme suerte de hacer esta excursión con un egiptólogo español que estaba excavando en Saqqara, así que nos ahorramos lo del tour y disfrutamos a tope de la experiencia (una de las más intensas del turismo cultural en todo el planeta).

Pero ¿se puede visitar Giza por cuenta propia? La respuesta es sí. Pero hay que tener en cuenta una serie de consejos previos para que la visita te cunda. Y el primero es tratar de tener la mayor información posible para no perderte de nada. La ‘Guía Pirámides de Guiza’ de National Geographic contiene muy buena información y bastante actualizada (hay una edición de 2018). Pero para todos los amantes de la egiptología, el libro de referencia sobre Guiza es ‘Las Pirámides de Egipto’, de I. E. S. Edwards. Esta obra tiene ya sus años, pero te dice todo lo que debes saber antes del viaje. En la web de Amigos de la Egiptología también tienes motón de información sobre el antiguo Egipto que incluye muy buenos artículos sobre las pirámides (es una de las mejores páginas en español de esta temática). Un completo artículo del Instituto de Astrofísica de Canarias hace una disección de la relación de las Pirámides con las estrellas. Está muy bueno y merece la pena leerlo.

Lo primero: llegar desde El Cairo.- Lo más fácil y cómodo es llegarse hasta Guiza en taxi. Y ahí tendrás el primer dolor de cabeza: el precio no debe pasar del rango de los cinco y siete euros (entre 100 y 140 libras turcas). Cierra bien el precio antes de subir. Lo más seguro es que también tengas que discutirlo al bajar, pero si no cierras bien el precio antes de subirte al coche espérate cualquier cosa. Hay otra forma de llegar hasta aquí: el transporte público. El Metro de EL Cairo te deja justo en el arranque de la Avenida  Al Haram, que conduce directamente hasta la entrada de las pirámides (aquí puedes tomar cualquiera de los autobuses que llevan hasta Haram –las pirámides- desde la propia estación –precio entre 2 y 5 libras egipcias-). Pero la opción más conveniente (aunque sea bastante más lenta) es tomar el autobús público desde el centro de la ciudad. Las líneas 355 y 357 tienen parada en Tahrir y Riyad Abdel Menem Station (aunque hay que mandarlos a parar porque van como locos) y llegan hasta las mismísimas pirámides. El precio del boleto es de dos libras egipcias.

Llegar pronto y sacar las entradas.- El horario de apertura del complejo arqueológico es de 7.00 a 19.30 horas, aunque el ingreso a las pirámides se limita de 8.30 a 16.00 horas. A partir de las 9.00 sacar la entrada se convierte en un caos por lo que la primera regla es llegar temprano. La entrada al recinto arqueológico cuesta unos 12 euros (lo ponemos en divisa europea porque las libras egipcias sufren continuas devaluaciones). Tienes que tener en cuenta que para entrar a cada una de las pirámides hay que pagar una entrada aparte que se compra en la boletería de entrada (una vez dentro ya no puedes comprarla). La entrada a la gran pirámide de Keops cuesta alrededor de los 24 euros; el acceso a las de Kefrén y Micerinos es más barato (como unos 6 euros). Si eres estudiante (acreditar mediante carnet universitario), la entrada tiene una reducción del 50%.

¿Merece la pena entrar a las pirámides? Sí. Al menos a una de ellas y si puedes permitirte ir a la de Keops, pues mejor. Si decides hacerlo tienes que ser estricto en lo de llegar temprano a las taquillas. Hay un cupo limitado al día y la gran mayoría de las entradas. El interior de las pirámides es bastante espartano. Nada que ver con esas salas decoradas del Valle de los Reyes y Las Reinas (en Luxor) o las cercanas tumbas de la espectacular Saqqara. Pero es alucinante caminar por los corredores estrechos y subir y bajar hasta llegar a la cámara de la tumba del faraón. Sólo desde dentro puedes apreciar, de verdad, el alarde arquitectónico que suponen estas moles de piedra. Sólo valga un dato: cada una de las nueve losas de granito que cubren la cámara sepulcral (una habitación de seis metros de altura) pesa unas 45 toneladas. O maravillas como el Canal Estelar un pequeño agujero practicado en la pared derecha de la sala funeraria que apunta hacia el cielo y servía de camino para el alma del faraón. Algo realmente fascinante.

Timos, avivadas, paseos en camello, pequeñas mentiras y propinas.- Lo primero que te van a decir cuando estés en la cola de la entra es que está prohibido acceder al recinto sin guía. Es mentira. Y mientras haces la cola te vas a encontrar con un enjambre de personas que te van a ofrecer sus servicios para las más diversas actividades: servirte de guía; venderte cualquier cosa; ofrecerte un paseo en camello o en caballo; un lugar dónde comer… Educadamente di no y no entables mucha conversación. Si hablas con ellos estás perdido. No te dejarán en paz hasta que les pagues una propina (una realidad que los viajeros han bautizado como la guerra del baksheesh). Una vez dentro del recinto se volverán a repetir las escenas de acoso. Y sí decimos acoso: uno termina con cierto complejo de cajero automático. Quizás librarse de este asedio es lo mejor de ir con tour guiado, pero siendo tajante desde el inicio (aunque respetuoso) puedes ir zafando. Lo de los paseos en camello o caballo es otro de los dolores de cabeza. Si optan por contratar uno (no está dentro de los parámetros de lo que consideramos turismo responsable) cierren el precio antes de subirse al bicho. Y aún así les pedirán el baksheech al terminar el viaje. Es lo que hay.

Una visita al recinto de las pirámides.- Si llegas temprano puedes aprovechar para ver el enorme complejo funerario de Kefrén mientras van abriendo el acceso a la Pirámide de Keops. Poco después de la entrada ya tienes el primer gran hito de la visita: la Esfinge. Pese a que Kefrén no es la pirámide más grande, sí es la que presenta un complejo asociado más importante y mejor conservado. Además de la propia Esfinge, tienes dos templos (El del Valle de Kefrén y el propio templo funerario de este faraón), varias tumbas reales y una avenida de acceso que es una pasada con un campo de tumbas asociadas enorme. Y lo mejor es que una vez termines de ver Kefrén, sólo tienes que cruzar la carretera y ya estás en el complejo de Keops. Ahí puedes visitar la gran pirámide y los dos complejos de mastabas (pirámides truncadas) que se encuentran en el lado oriental y occidental de la gran pirámide. Como te decíamos al inicio del texto, el Barco Solar (una de las más grandes maravillas del Antiguo Egipto) ha sido trasladado al Gran Museo Egipcio, así que la visita se acorta considerablemente. Un paseo completo llegando hasta el conocido como Japanese point y caminando junto a la Pirámide de Micerino, ronda los siete kilómetros. Imprescindible llevar agua, sombrerito, algo para comer y crema solar. Si te limitas a Kefrén y Keops (y sus alrededores) el paseo se reduce a unos tres kilómetros. ¿Merece la pena llegarse hasta el Centro de Visitantes? No. Literalmente está a tomar por viento y no es nada del otro mundo.

El espectáculo nocturno de extranjis.- Todas las noches las pirámides se iluminan y se llenan de vida a través de un espectáculo multimedia que, según dicen –porque nosotros no lo vimos- es una pasada. Leyendo algunos blogs y páginas para ir completando y actualizando la información que te hemos dado nos hemos enterado que puedes ir a cenar al restaurante El Hadaba (Abu Aziza, 2; Tel: (+20) 1124038881) y disfrutar de una buena comida (las críticas son muy buenas) y del espectáculo sin tener que pagar la entrada (unos 10 euros si vas por libre).

Fotos bajo Licencia CC: Bruce Detorres; Richard Mortel; Keith; Nuță Lucian

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