Un viaje a las Islas Shetland: Arenques, frailecillos y piedras prehistóricas en el remoto norte de Escocia

Arenques, ovejas y piedras milenarias. Al norte de Lerwick los seres humanos van perdiendo poco a poco su espacio y van dejando hueco a los parajes desolados y las costas tortuosas esculpidas por los hielos. Más allá de la capital de Mainland, los pueblos se reducen a la mínima expresión en puñados de cuatro o cinco casas en torno a las turberas o las bahías poco profundas de origen glacial. Aquí el mar va y viene en lenguas que parecen partir la tierra en dos creando un paisaje que nos recuerda la cercanía de las costas noruegas: fiordos humildes de prados llanos que apenas levantan unas decenas de metros del nivel del mar, pero fiordos al fin y al cabo. El resultado de esta lucha constante entre la parte seca y la parte acuática del mundo (como diría un tal Ismael) crea un paisaje laberíntico en la que la propia Mainland parece partirse y las grandes islas del norte (Yell y Unst) apenas quedan separadas por breves canales de aguas poco profundas.

Las turberas marcan los paisajes de esta amplia zona que supone más de la mitad del territorio de las Shetlands. Turbas, prados ásperos y rocas. Y aún en estas terribles condiciones las mujeres y los hombres prosperaron. El Templo de Stanydale (A-971) es uno de los grandes rastros del pasado de Mainland. Lo llamaron templo aunque los que saben de estas cosas dicen que este gigantesco círculo de grandes piedras (es el único de los monumentos de la isla que puede recibir el apelativo de megalítico) pudo funcionar como gran sala de reuniones o salón de audiencias -estaba techado-. Los Brochs se encuentran diseminados por todas las islas, pero Staydale es único. Es especial. Sólo hay uno. Muchos aseguran que este lugar ejerció de primera capital de Mainland durante el asentamiento de las primeras comunidades humanas sedentarias.

Camino hacia el norte.- Los paisajes del norte de Mainland están marcados por la omnipresencia de los páramos de turba y los prados verdes se limitan a pequeñas extensiones de terreno domado por el hombre al rededor de las casas. Las granjas de esta zona de las Shetlands son un homenaje a la resistencia. La presencia humana disminuye más allá de la línea recta que forman las ‘ciudades’ de Lerwick y Scalloway. Alguna casa aislada con su prado con ovejas en un mar de turba. Aún así al norte de la capital nos encontramos con Lunna, apenas tres granjas en una península alargada que parece querer escaparse de Mainland. Aquí se encuentra Lunna Kirk -Iglesia de Lunna- (B-9071), una de las joyas históricas más notables del archipiélago. Lo que puedes ver hoy es del siglo XV, pero las piedras más antiguas se remontan mucho más atrás en el tiempo y entroncan con la cristianización de los vikingos. The Cabin Museum, una curiosidad bélica.- Uno de los aspectos que más nos han sorprendido siempre de las sociedades de las Islas Británicas es la sacralización de la guerra. En medio de la nada se encuentra The Cabin Museum (B-9071), una colección privada sobre la participación de las islas durante las dos guerras mundiales.

La caprichosa geografía del litoral de Mainland hace que las islas no lo sean por apenas unos metros. Un lugar curioso, en este sentido, es Mavis Grind, un pequeño paso de carretera (la A-970) que según los lugareños permite la proeza de poder tirar una piedra hacia el Océano Atlántico y otra hacia el Mar del Norte sin moverse del sitio. ¡Qué cosas! Llegarse hasta aquí demanda un pequeño rodeo, pero ir más allá hasta North Roe (punto más septentrional de Mainland) permite ver algunas cosillas interesantes más allá de Eshaness Broch, uno de los mejores yacimientos del archipiélago y la espectacular costa de Scraada: y la verdad es que ir y volver desde aquí apenas demanda una hora en coche yendo de lo más tranquilo. Lo primero que hay que ver son los Menhires de Beorgs of Housetter, lo segundo es el monasterio medieval de Kame Of Isbister (restos de cabañas circulares en un cantil de infarto) y lo tercero es el entorno de Punta de Fethaland (con uno de esos faros que quitan el hipo) y lo tercero son las vistas sobre la costa sur de la vecina Yell.

Llegar hasta los acantilados de Hermaness; los tesoros de Unst.- Pasar a la isla de Unst atravesando las turberas de su vecina Yell tiene premio gordo. La mayoría de los que dan el último salto entre los embarcaderos de Glutcher -Yell- y Belmont -Ulm- (operados por la compañía de ferries públicos de Shetland) lo hacen con la intención de asomarse a los abismos de la Reserva Natural de Hermaness, un cantil que supera los 170 metros de altura donde conviven hasta 21 de las 24 especies de aves marinas que pueden encontrarse en todo el territorio del Reino Unido. En época de cría (finales de primavera y todo el verano) aquí se concentran más de 100.000 aves de entre las que destacan los simpáticos frailecillos, los cormoranes y los alcatraces. El sitio es fácil de visitar a través de una red de senderos que permiten adentrarse en los acantilados costeros que sirven de extremo norte de la isla. Pero Unst es mucho más que Hermaness.

Nada más poner los pies en la isla en el embarcadero de Belmont nos topamos con uno de los asentamientos vikingos más importantes del Archipiélago. En Lund podemos ver una vieja granja nórdica y varios restos de las poblaciones prehistóricas de las Shetlands: el Menhir de Lund y el poblado de Underhoull (donde puedes ver un Broch y una casa naviforme bastante bien conservada). El catálogo de piedras con pedigrí se completa con los muros de San Olaf, una vieja iglesia medieval de los tiempos en los que los bravos hombres del norte empezaron a dejar atrás los viejos dioses. Como sucede en otras partes del Archipiélago varios factores confluyen para explicar la concentración de lugares de interés histórico: una bahía protegida con una buena playa para varar los barcos y un Loch que permite el acceso al agua dulce. EL otro lugar de interés histórico de Unst es Muness Castle, una bonita fortaleza del siglo XV que tiene el honor de ser el Castillo más al norte de todo el Reino Unido.

Fotos bajo Licencia CC: Adam Bowie; Erik; damian entwistle; Sanshiro Kubota; Steve Bittinger; James Tait