La Fiscalía pide cuatro años de prisión a un informático de Mediapro por espiar los correos de Jaume Roures

La Fiscalía pide cuatro años de cárcel y 14.400 euros de multa para el exresponsable de informática y sistemas de Mediapro, y un directivo de Bonus Sports Marketing (BSM), por presuntamente espiar los correos electrónicos del propietario de la productora audiovisual, Jaume Roures. El Ministerio Público les atribuye un delito continuado de descubrimiento de secretos de empresa. La acusación particular ejercida por Roures reclama la misma multa, pero cinco años de cárcel para el informático, y una indemnización de 100.000 euros que destinaría al Casal d'Infants del Raval. La denuncia se dirigió también contra el expresidente del Barça Sandro Rosell, que fue fundador de BSM y que finalmente fue exculpado.

El informático trabajaba en Mediapro desde el 2001 y fue despedido en 2011 a raíz de estos hechos ahora juzgados. Junto con su esposa administraba una empresa informática que, al mismo tiempo, facturaba servicios profesionales en el FC Barcelona y en BSM. Cuando fue despedido de Mediapro fue contratado como director de informática y tecnología del Barça, en la época en la que Rosell era el presidente. El otro acusado fue el gerente de Mediapro de 2000 a 2006 y luego pasó a dirigir BSM, competencia de Mediapro, y también dirigió el área de secciones deportivas del Barça.

Según el escrito de la Fiscalía avanzado por 'El Periódico' y el de la acusación particular, a los que ha tenido acceso la ACN, al menos entre el 10 de julio de 2009 y el 13 de julio del 2011, el informático, “actuando a petición y de común acuerdo” con el exdirectivo de BSM accedió, “de manera sistemática” y sin consentimiento, el correo electrónico profesional de Roures y copió los mensajes que el ejecutivo de Mediapro enviaba o recibía de entidades y personas “relacionadas con su ámbito profesional”. Estos e-mails iban a parar, según las acusaciones, a la bandeja de entrada del correo del exdirectivo, a quien le interesaban las comunicaciones sobre la actividad de Mediapro porque su empresa se dedicaba, al menos en parte, al mismo sector de marketing deportivo.

Los correos interceptados se referían a trabajos publicitarios, a aspectos relacionados con el negocio televisivo de Gol TV –canal de Mediapro–, a las relaciones del grupo con entidades financieras, a litigios con Sogecable y Audiovisual Sport sobre los derechos de la Liga española, al concurso de acreedores de Mediapro y a asuntos vinculados con contratos de derechos audiovisuales como los del Barça. Además, según los peritos, se han encontrado al menos 118 correos interceptados con información relativa a la vida privada de Roures como comidas con amigos, asistencia a entregas de premios, conversaciones privadas con sus socios o comunicaciones personales con terceras personas.