La SDL saca la raza para seguir con vida

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Chiné sacó una mano milagrosa en el minuto 94. Hubiera sido una remontada épica, de esas que hacen afición, de las que marcan un antes y un después. Porque este SD Logroñés demostró en Las Gaunas que además de calidad y buen hacer -como ha eviedenciado esta campaña- también tiene corazón. Demasiado. Sobre todo cuando enfrente hay un rival superior, al que parece prácticamente imposible meterle mano, que maneja a su antojo el desarrollo del partido, que no deja el mínimo resquicio a su rival, que demuestra su superioridad con y sin balón, que perdona con hasta dos palos para haber dejado vista para sentencia la eliminatoria. De hecho, el 1-1 obtenido por los logroñeses es un éxito, una victoria moral para llegar con vida a la vuelta.

Mérito de un equipo que sufrió durante la primera mitad, que no le cogió el aire al encuentro, que tuvo que recomponerse del tanto encajado a los 3 minutos cuando Virgili se anticipó en el remate a los dos centrales tras un buen centro lateral desde la derecha. La SDL estaba fuera de sitio, no cogía ni un rechace y todas las primeras opciones eran de color verde. Arkaitz no tenía un buen primer tiempo, Sergio Domínguez no entraba en acción, Mario Villar estaba excesivamente acelerado con balón, mientras que Candelas y Alberto Gil eran superados por una medular del Ascó más serena, más decidida, menos imprecisa y más consciente de lo que había que hacer en cada momento.

Con el 0-1, el Ascó estaba a gusto. Hasta liberado. Quería controlar los ritmos y trataba de mantener la posesión de la pelota. Fácil, control, pase y centros en cuanto hubiera oportunidad. Eso y contar con Eizaguirre, un delantero con mucha movilidad, que se deja caer a las bandas, que viene al centro a recibir. Determinante. Si a ello se le suma un Godia superlativo en el control y un general en la zaga como Socias, era normal que el Ascó fuera por delante. Sin ocasiones, eso sí. Pero la sensación era que si el cuadro de Miguel Rubio apretaba un poco, liquidaba a un SD Logroñés que corría, pero sin criterio. Mientras el Ascó no diera otro paso adelante, los blanquirrojos luchaban con seguir con vida. Y en un centro, Peña pudo rematar aunque desviado. La réplica fue de los visitantes tras una falta lateral que tocó de cabeza Eizaguirre para dejar a José Ramón, quien a la media vuleta se encontró con el poste.

Descanso para refrescar ideas

El descanso ayudaba. El Ascó, en los últimos minutos se había dedicado a trabar el juego, a que no pasara nada, a desquiciar a un bloque logroñés incapaz de dar continuidad a sus acciones. Estaba siendo un combate desigual entre un equipo que se veía muy superior ante otro que lo intentaba, pero sin inquietar. El segundo tiempo, en sus albores, fue una continuación de lo visto antes del parón. Los locales sólo hacían daño a balón parado, ahí estaba el remate de Ledo tras una falta lateral sacada por Laencina -quizá la única que puso bien-. Claro que el Ascó rápidamente silenció Las Gaunas con un tiro de falta, indirecta, de Eizaguirre que escupió el palo. Bola extra.

Claro que la cosa se iba a poner peor para los de Raúl Llona cuando Gallardo, llevaba 10 minutos en el campo, fue expulsado por una entrada con el pie que impactó a Godia en la cabeza. Acción peligrosa que el árbitro consideró merecedora de cartulina roja. ¿Rigurosa? ¿Justa?. El Ascó se estiró un poco más, quiso combinar y tratar de resolver. Eizaguire buscó la escuadra, pero Pinillos le respondió con una buena parada. Faltaban veinte minutos y Llona buscó un punto de desborde y velocidad con la entrada de Jaime Moreno. Acierto total. El extremo cogió la pelota en la parte derecha en el centro del campo, se escapó de cuantos contrarios le fueron saliendo al paso para ir en diagonal hasta el área, buscó un compañero y vio a Laenciana; el lateral centró templada y en el remate estaban liberados Peña y Alberto Gil. El delantero le dio de cabeza, pero su remate golpeó al centromcampista y el balón, de forma pausada tras el cambio de trayectoria, superaba a Chiné.

Empate por entrega, por garra, por creer en casi lo imposible, en continuar con vida en la eliminatoria. Hecho lo más difícil, ahora no había que cometer errores. El Ascó, además, había ido a menos. Incrédulo por el marcador, estuvo afectado. Tanto que la SDL, eufórica, tuvo ramalazos de buscar la victoria. La fuerzas, justas, mandaban y con 5 minutos para el final, los blanquirrojos se aferraron al 1-1. Dejaron la pelota al conjunto tarraconense y buscaron su oportunidad. Lo importante era no encerrarse. No lo hicieron.

El trabajo de desgaste de Mario León, de Sergio Domínguez o de Alberto Gil fue espectacular para contener a un rival temeroso, excesivamente reservón por momentos. Incluso pudo pagarlo muy caro cuando Laencina, en el minuto 94 sacaba un córner que remató Alberto Gil. El gol se cantaba, pero Chiné sacó la mano izquierda para demostrar sus reflejos y evitar lo que hubiera sido un auténtico fiasco del Ascó, que lo tuvo todo a su favor para estar prácticamente en la última ronda, pero que se topó con la raza de una SDL que resucitó de entre los muertos.

SD Logroñés: Pinillos; Arkaitz, Manu Rubio, Ledo, Laencina; Alberto Gil, Candelas (Gallardo, min. 52); Mario Villar (Jaime Moreno, min. 69), Sergio Domínguez, Mario León; y Peña (Íñigo Rodríguez, min. 77).

Ascó: Chiné; Edu Vives, Socias, José Ramón, Gabernet; Galcerán (Taranilla, min. 57), Godia, Roca (Gerard Roigé, min. 79), Cristino; Eizaguirre y Virgili (Genis, min. 72).

Goles: 0-1, min. 3: Virgili. 1-1, min. 72: Alberto Gil.

Árbitro: Pérez García (Comité Navarro). Expulsó con roja directa al local Gallardo (min. 62). Amonestó a los locales Candelas (min. 5), Mario León (min. 53), Laencina (min. 54), Mario Villar (min. 59); y a los visitantes José Ramón (min. 23), Godia (min. 51), Cristino (min. 75).

Incidencias: 1.562 espectadores en Las Gaunas, según informó el club organizador, en el partido de ida de la segunda eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda B.

Osasuna B – Varea (3-0)

Pésimo resultado el que obtuvo el Varea el pasado sábado en El Sadar. Un 3-0 que le deja prácticamente fuera de la fase de ascenso. El campeón del grupo riojano, muy mermado por las ausencias –lesiones varias, Rubén Pérez, Garrido, Salazar, y sanciones, Esaúl-, no pudo recuperarse del golpe anímico que supuso ver cómo el ascenso se le escapaba de las manos en unos minutos. Ante un Osasuna Promesas más fresco y convencido de sus posibilidades, el grupo arlequinado trató de aguantar a un rival que se mostró incisivo desde el arranque, aunque sin generar peligro salvo un par de acciones puntuales.

Cuando mejor estaba el bloque visitante, cuando parecía que estaba más asentado, llegó el mazazo. Los rojillos se adelantaron en el minuto 36 por mediación de Majón. El 1-0 daba tranquilidad, relativa, a los locales, mientras que los de Nacho Ruiz buscaban la posibilidad de marcar un gol que les diera vida. Con lo que no contaban era con la expulsión de Pardo al poco de comenzar la segunda mitad –otra baja a tener en cuenta para el duelo de vuelta, además de que Baka tuvo que salir tras el descanso por el tocado Raúl Heras-. Si los problemas por falta de gente en la línea defensiva eran importantes, la ausencia del central ampliaba las dificultades.

Con diez sobre el campo, los riojanos trataron de hacerse fuertes para buscar a la contra su oportunidad. Antes de que llegara, Díaz allanaba el pase con el 2-0 a los 78 minutos. El Varea trató de no desarmarse. El portero osasunista veía la amarilla en una acción en la que los visitantes reclamaron la roja, pudo ser un punto de inflexión positivo, una manera de al menos frenar el ímpetu de los locales. Sin embargo, Osasuna Promesas aumentó su renta en el tiempo añadido gracias a Barja, lo que deja muy cuesta arriba el pase del campeón riojano a la última ronda del ‘play off’ de ascenso a Segunda B. Pese a ello, seguro que los arlequinados apelarán a la heroica.

Haro – Castellón (2-1)

El Haro golpeó primero y logró una importante victoria frente a un Castellón que se supo sacudirse del gol inicial y que trató de encerrar a su rival en el tramo final del partido en aras del empate. El tanto de Unai, a los 9 minutos, tras un barullo en el área colocaba a los de David Ochoa en buena disposición. Sin embargo, los de Calderé no se pusieron nerviosos y fueron a más con el paso de los minutos. De esta manera, Carrillo lograba el empate pasado el cuarto de hora. Un tanto que podía descentrar el buen hacer de los blanquinegros en El Mazo. Fueron momentos de dudas, de saber qué hacer. Paciencia y tranquilidad. No encajar, ahora sí que era básico. Así que los jarreros dejaron hacer a un oponente que demostró calidad para dominar el control del juego, aunque el buen hacer defensivo de los locales impedía que el cuadro castellonense gozara de oportunidades.

El descanso venía bien para refrescar ideas. Así, en la segunda mitad, el Castellón tomó las riendas con más continuidad, pero tampoco le importaba a un Haro decidido para salir con espacios, aunque en ocasiones eran ellos los que dominaban. Liébana, consumado especialista desde los once metros, volvía a adelantar a los suyos de penalti pasada la hora de partido. Otra vez por encima en el marcador. El Castellón no bajó los brazos, apretó y tras unos minutos de ida y vuelta, asumió el mando de las operaciones. El Haro se esforzaba en defender y lo hacía con criterio, sin meterse en el área de Javi Pérez. Además, trataba de salir a la contra con peligro para que su rival tuviera que estar atento. El tiempo pasaba y los pupilos de David Ochoa se veían ganadores. Ahora toca rematar la faena a domicilio.