Antonio González Terol acariciaba la alcaldía de Alcorcón. El escrutinio estaba ya en esas cifras en las que el resultado se da por cerrado y las cuentas daban al Partido Popular para pactar con Vox en este municipio del sur de Madrid de 170.000 habitantes. Pero un puñado de votos le hicieron perder un concejal y, con él, la ilusión de arrebatar un feudo histórico a la izquierda. PSOE, con ocho concejales, Ganar Alcorcón (4) y Más Madrid (2) tendrán que pactar si no quieren que gobierne la derecha de PP (11) y Vox (2).
González Terol sonó como una de las posibilidad para disputar la presidencia de la Comunidad en 2019, cuando Pablo Casado designó finalmente a Isabel Díaz Ayuso. Él fue uno de los últimos diputados fieles al expresidente del Partido Popular en su guerra interna con la madrileña, en la que fue derrocado. Ella le rescató para disputar esta plaza que desde el PP regional sabían que no era fácil. Aunque fuentes del partido aseguraban entonces que era una apuesta fuerte, la decisión podía leerse como una doble estrategia: si Terol se convertía en alcalde, la presidenta podría atribuirse el triunfo; si fracasaba, estaría condenado a una oposición complicada.
Informa David Noriega.