A preguntas de su abogado, Jordi Sànchez insiste en rechazar haber impulsado “levantamientos tumultuarios”, elemento clave del delito de rebelión, el 20-S o el 1-O desde la presidencia de la ANC. “Nadie quiso impedir el registro, era una protesta pacífica”, recalca, tal y como ha hecho a preguntas del fiscal Javier Zaragoza. Lo explican Oriol Solé y Pedro Águeda desde el Supremo.
“Del departamento pudo entrar y salir todo el que quiso”, abunda, para volver a reiterar el pacifismo no solo de la ANC sino del conjunto del movimiento independentista. “El ADN del movimiento independentista es pacífico y cívico”, zanja.
Y remata su explicación destacando que los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Barcelona le han trasladado que tienen “poco trabajo” después de las manifestaciones de la ANC. “No había ningún precedente de incidentes en las movilizaciones de la ANC”, afirma, para a renglón seguido negar el “clima de crispación” el 20-S en base a que los comercios de zona de la conselleria de Economía permanecieron abiertos todo el día.