El marqués de las dunas, Domingo González Arroyo, va cumpliendo su hoja de ruta, consistente en garantizarse la tranquilidad dentro del partido y unos candidatos dóciles en las plazas en las que tiene que repartir el poder con el socialista Blas Acosta, ya saben, el pacto de la avioneta: el norte para el marqués, el sur para el concejal de Urbanismo de Pájara y líder natural del PSC majorero. Pero faltan las consecuencias del feo hecho este lunes a Águeda, La Favorita (con perdón). Nuestra musa explotó, y gritaba “esto no está en los estatutos”; “te has inventado eso de votar o sugerir un candidato”, venía a decirle a González Arroyo. Y en parte tiene razón porque la decisión última en el PP está en la mano que mece la cuna y abre Génova. Y esa persona es, por el momento, José Manuel Soria.