Aunque se guarda mutismo en la delegación socialista ante el consejo de administración de la radiotelevisión pública canaria, es fácil deducir a qué se debió esa división del voto en torno a la creación de la radio autonómica. Estamos ante un viejo anhelo de ATI que ya manifestara a cada momento el primer director general del ente, el impagable Jorge Bethencourt. Y cuando hablamos de ATI es más que probable que estemos hablando de incontables compromisos con empresarios, editores y hasta alcaldes tinerfeños, deseosos de introducirse en el apasionante mundo de la radiodifusión o de consolidarse en él. Quizás en esa misma causa ande metido el secretario general de los socialistas, Juan Carlos Alemán, al que desde algunos sectores se le acusa de modo reiterado de estar demasiado de acuerdo con las cosas de ATI, y más particularmente con Adán Martín. Pero esta vez tampoco pudo ser.