Nada que ver con las veleidades deportivas de líderes empresariales, que son hasta sagradas -según se mire- tiene lo que ahora les contamos. Más bien guarda relación con las maniobras empresariales que iniciara años ha el ahora presidente de la Cámara Plateada de Comercio, José Miguel Suárez Gil, justo cuando comenzara sus andanzas como “coordinador empresarial” para llegar a donde ha llegado, y a la espera del correspondiente reposicionamiento que se le viene encima. Una de sus manías fue siempre crear asociaciones paralelas a las ya existentes, de manera que, además de incordiar, consiguiera ganarse el favor del descontento, del desilusionado o del que no pudo ocupar butaca en la ejecutiva de tal o cual comité, que de todo hay. Pero de la división no siempre se deduce éxito, como ha ocurrido con el sector de la peluquería, tan de moda estos días como consecuencia de las siliconas dichosas. Así que, cuando el sector se disponía a regularse, rianga, va y aparece la vía plateada creando una asociación paralela ( y para lelos también) y chafa la iniciativa. Una más a apuntar en el debe, para ir haciendo balance ahora que se acuerdan de él con tanto afán.