Nadie ha dicho jamás -o al menos nosotros no lo hemos leído ni oído- que doña Águeda Montelongo, consejera de Empleo y Asuntos Sociales de Canarias, sea tonta. Tiene sus cosas, como todo el mundo, pero tonta, lo que se dice tonta, la doña no es. Lo volvió a demostrar este miércoles con motivo de la celebración de un Consejo General de Empleo, ese cónclave de políticos, empresarios y sindicatos que le ha dado más disgustos que satisfacciones a la consejera. Pues bien, el de este miércoles se presentaba calentito porque de antemano, en plan aviso a navegantes, empresarios y sindicatos advirtieron al director del tinglado que no le iban a apoyar en los tres asuntos que componían el orden del día. Prevenida la consejera, alegó desde Fuerteventura que no tenía vuelo para llegar a tiempo. Una pena.