Nuestro gozo en un pozo. De repente creíamos haber visto a la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Pepa Luzardo, repartiendo este jueves por las calles adyacentes a la de Triana, lazos morados conmemorativos del Día de las Mujeres. Pensamos que, al menos en precampaña de la precampaña, el Ayuntamiento había regresado a la vía de las políticas de igualdad y de atención de las mujeres. Y creímos hasta positivo que ella y su comitiva realizaran estos esfuerzos de concienciación ciudadana en las horas en que debían haber estado resolviendo otros problemas de la ciudad. Pero no, Pepa Luzardo y sus mariachis repartían lacitos azules contra la prisión atenuada del etarra Iñaki de Juana Chaos, el asunto que el PP ha convertido en estrella para poder tapar la vergüenza de los 192 muertos del 11-M consecuencia directa de la esquizofrenia de su líder, José María Aznar, de meternos en una guerra loca como la de Irak.