No somos psiquiatras ni psicólogos, pero sí podemos decir que lo de la trama eólica es de locos y que seguro que más de uno acabará tirándose de los pelos. Quien de momento no tiene ni un pelo (de tonto en este caso) es Alberto Santana, que desde que destapó lo que se cocía en el concurso eólico ha tenido que soportar de personas vinculadas a la política canaria críticas relativas a su estado de salud mental. Pues no se asusten ni le tengan miedo que los resultados de su evaluación psicosocial revelan que está más cuerdo de lo que algunos creen. Es más, no sólo es una persona emocionalmente estable, también es confiable, adaptable, creador e imaginativo, apacible y seguro de sí mismo. ¡Qué mono! Si al final esto del culebrón del verano va a terminar sacándonos las lágrimas. En fin, que aún están a tiempo de conocer un poquito más al protagonista.