Menos mal que la UD tiene siempre a mano a un hombre de nervio templado como Manuel García Navarro, que se coge calenturas, es verdad, pero que ha aprendido con el paso de los años a templar gaitas al más puro estilo escocés. De hecho, la noche de este martes fue la persona que introdujo un poco de cordura y de tranquilidad en la expedición amarilla. Al término de la cena en Elche hubo unas palabras de compañerismo, de ánimo y de apuesta de futuro, lo que debió tranquilizar tanto a la plantilla que la cosa acabó en aplausos. Veremos lo que dura la tranquilidad en casa del pobre, porque para este miércoles se anuncia rueda de prensa del consejero José Pérez y en lo que dijo digo y dice Diego, lo mismo se arma otra vez.