Saavedra ha dado por muerta y enterrada la crisis interna que se originó por las tensiones propias de un equipo desengrasado, formado por viejos lobos de mar y recién llegados con hambre de gol, más la presencia de oportunistas y guardianes del santo Grial. Mezcla explosiva donde las haya, que acabó por reventarle en las manos al jefe de Gabinete, Miki Sáiz Peláez, y a la vicealcaldesa, Tere Morales. Puede que esa crisis esté cerrada, pero lo que se escenificó en el almuerzo de este viernes no dejaba lugar a dudas: el jefe de gabinete, ocupando puesto preferente en la mesa cero, la del alcalde, y la vicealcaldesa, compartiendo mesa con Nardy Barrios en la señalada con el número 1. Junto a ellas, Fernando Bruquetas, asesor de la alcaldía, sector Peláez.